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I Iglesia México

Siguen casos de agresión a Iglesia en Michoacán, arzobispo pide solidaridad

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Morelia, Michoacán.- En el marco de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, el arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Carlos Garfias Merlos, destacó la importancia del respeto a los derechos humanos, las garantías individuales y la seguridad en México.

En su tradicional mensaje dominical a los medios de comunicación, Garfias Merlos presentó casos de agresión e intimidación a miembros de la iglesia. Son casos del párroco de Huiramba, quien tuvo que huir de la población luego de ser sujeto a agresiones y extorsión de grupos armados, y del sacerdote de Santiaguito, víctima de un asalto a su vivienda.

“Hace ocho días hablábamos de la parroquia de Huiramba y en la semana reportaron un robo a la parroquia de Santiaguito. Las medidas están tomadas. Estamos atendiendo al padre, estamos buscando atender a la comunidad, estamos buscando tener el conocimiento de lo que realmente pasó y lo mismo con el párroco de Santiaguito, que está informando de lo que él vivió y cómo tomar medidas preventivas para evitar ese tipo de asaltos como le asaltaron su casa”.

Por ello, el arzobispo pidió a los fieles católicos a que en las tareas humanitarias se ayude “a los gobernantes para que, al respetar el recto orden de los valores, ofrezcan al ciudadano la prosperidad material y al mismo tiempo los bienes del espíritu”.

 

En particular, Carlos Garfias pidió a los creyentes tener una mirada y acción positiva con los migrantes y refugiados en México, clamó por que se reconozca su condición como resultado del anhelo de una vida mejor: “A veces del deseo de querer dejar atrás la desesperación de un futuro imposible de construir”.

Indicó que, para los cristianos, las personas y familias vulnerables “representan hoy en día una invitación a recuperar algunas dimensiones esenciales de nuestra existencia cristiana y de nuestra humanidad, que corren el riesgo de adormecerse con un estilo de vida lleno de comodidades”.

Finalmente, ante pregunta expresa, el responsable de la vinculación con el gobierno federal en el plan de pacificación del país expresó su confianza en la elección del titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, descartó que la Iglesia católica haya intervenido en modo alguno en el proceso de nombramiento e hizo preces por quien, una vez electo, tenga como encargo velar por las garantías individuales de las personas: “No tenemos ninguna participación directa; supongo que el tema de derechos humanos está muy bien definido. Que pueda defender los derechos humanos de las personas, será el anhelo en cualquier responsable. No hemos tenido ninguna participación ni intervención como Iglesia en eso”.