Ciudad de México.- Como colofón a la serie de actividades del cardenal secretario del Estado Vaticano, Pietro Parolin, en tierras mexicanas, el número dos de la Santa Sede ha llamado al gobierno de México a 'renovar' el pacto de colaboración entre la Iglesia y el Estado para que alcance una 'laicidad positiva y constructiva'.
Pietro Parolin visitó México durante el pasado fin de semana para consagrar al sacerdote izamaleño Fermín Sosa como arzobispo y nuncio apostólico para Papúa Nueva Guinea; celebró misa en la Basílica de Guadalupe; se reunió con el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador; fue declarado 'visitante distinguido' por la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México; y finalmente participó de la recepción de la Nunciatura Apostólica en México para celebrar el octavo año del pontificado del papa Francisco.
En la recepción organizada por el Nuncio en México, Franco Coppola, el cardenal Parolin extendió un mensaje al gobierno mexicano:
"Ha llegado el momento de un renovado pacto de mutua colaboración, marcado por un profundo respeto de la legítima distinción entre Estado e Iglesia, un pacto basado en el principio de la laicidad que ya no debe entenderse como una oposición entre la esfera religiosa y la esfera secular, sino como una necesaria autonomía de compromiso y acción en favor del bien de todos".
En representación del gobierno de México, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores de México, agradeció la presencia del dignatario pontificio e hizo un reconocimiento al papa Francisco:
"El pueblo de Mexico valora el caracter valiente y transformador del papa Francisco quien, desde que asumió el pontificado, ha puesto en primer lugar a los menos favorecidos y la causa de la paz. También se ha mantenido firme en la búsqueda de soluciones a temas fundamentales como los derechos humanos, la atención de los migrantes, la solidaridad con los desposeídos... aspectos con los que el gobierno de México coicide plenamente".
Parolin recordó que durante su visita al Santuario Guadalupano rezó por la paz y la reconciliación en todo el mundo: "Especialmente por México, para que, con la ayuda de Dios y la protección de la Moreneita, se supere la cultura división y de la violencia, y se pueda instaurar una cultura de la fraternidad y la solidaridad".
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En su mensaje, el cardenal Parolin reflexionó sobre la historia mexicana y señaló que "si por un lado, el camino de este país estuvo marcado por grandes anhelos e ideales, es también cierto que por otro lado no faltaron fuertes polarizaciones y lacerantes contrastes, en el plan político y social, así como también a nivel religioso".
Por ello sugirió que el gobierno mexicano actualice la relación entre la Iglesia y el Estado en la coincidencia de que ambas instituciones quieren "un país respetuoso, atento y sensible a las convicciones humanísticas, éticas y religiosas de cada uno de sus ciudadanos, incluso en el ámbito público".
Ante el encargado de la política exterior mexicana, Parolin comentó que, desde hace tiempo "se habla de una laicidad positiva y constructiva; [la cual] lejos de ser un motivo de división y oposición al principio de laicidad le compete por un lado respetar y acoger la valiosa contribución que las convicciones espirituales ofrecen a la sociedad y, por el otro, también actuar como barrera a cualquier tipo de desvío fundamentalista y secularista".