Ciudad de México.- Ante la grave crisis sociopolítica desbordada en varias ciudades de Chile, los obispos católicos de México emitieron una carta abierta dirigida al puebllo chileno y a los pastores de esas localidades en la que expresan su completa solidaridad.
"Querido pueblo chileno y hermanos en el episcopado, sabemos el sufrimiento y malestar que han pasado en sus comunidades y familias, sobre todo por el ambiente que clama justicia social ante sus demandas por verse afectados en sus actividades cotidianas", dice la carta.
Desde mediados de octubre, las manifestaciones sociales en Chile, principalmente en su ciudad capital Santiago, han desbordado la seguridad interior. Ante las movilizaciones sociales, el presidente Sebastián Piñera envió a carabineros a disolver las protestas y a imponer el toque de queda en las ciudades. Estas acciones institucionales provocaron una reacción más virulenta e iracunda por parte de algunos manifestantes y otros antisociales que han provocado desmanes y destrozos en varios puntos urbanos. La tensión política y social continuó creciendo hasta convocar a casi medio millón de chilenos este viernes en las calles de Santiago.
Por ello, en nombre de los obispos católicos de México, el arzoispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López; junto a su obispo auxilar y secretario general del organismo colegiado, Alfonso Miranda Guardiola, reconocieron la necesidad de volver a la paz en las ciudades chilenas tras las manifestaciones que desde hace unas semanas han generado heridas en el tejido social del hermano país sudamericano.
"El Episcopado Mexicano se une y solidariza en la oración mostrando su cercanía y apoyo con todos ustedes... la justicia está en el horizonte de nuestra fe y actúa con compromiso de denuncia ante el mal para transformar la realidad e instaurar la caridad".
Los pastores católicos en México concluyeron su misiva con el deseo de "construir una sociedad más humana y justa", así como para "encontrar caminos de diálogo que conduzcan al orden y a la paz". Hay que recordar que, tras los escándalos de encubrimiento en la Iglesia chilena y una posterior investigación pontificia, el pleno de los obispos de Chile puso en manos del papa Francisco sus renuncias canónicas para que se hicieran las diligencias necesarias en orden a recuperar la confianza en las instituciones católicas chilenas.