Kansas, Estados Unidos.- La tranquilidad de Seneca, una pequeña ciudad de aproximadamente dos mil habitantes en Kansas, fue fracturada este jueves por un tiroteo mortal en la Iglesia Católica de San Pedro y San Pablo. El sacerdote Arul Carasala, de 57 años, fue asesinado en un ataque que conmocionó a la comunidad religiosa y desencadenó una rápida respuesta policial.
Según informó la Oficina de Investigaciones de Kansas (KBI), alrededor de las 3:00 p.m., una llamada al 911 alertó sobre disparos en la rectoría de la iglesia. Al llegar, las autoridades encontraron al padre Carasala con múltiples heridas de bala. Fue trasladado de urgencia al Hospital Comunitario del Valle de Nemaha, donde falleció poco después.
El sospechoso, identificado como Gary L. Hermesch, de 66 años y residente de Tulsa, Oklahoma, fue detenido casi de inmediato por un operativo conjunto de la Patrulla de Carreteras de Kansas, el Departamento de Policía de Seneca y la Oficina del Sheriff del Condado de Nemaha. Hermesch permanece bajo custodia en la cárcel del condado, acusado preliminarmente de homicidio en primer grado, aunque aún no ha sido formalmente imputado.
El sacerdote Carasala, originario de Cuddapah, India, fue ordenado sacerdote en 1994 y sirvió en la Arquidiócesis de Kansas City durante más de dos décadas. Desde 2011 era párroco de San Pedro y San Pablo, donde también se desempeñó como decano del decanato de Nemaha-Marshall. La arquidiócesis lo describió como un hombre de “profunda fe, cuidado pastoral y espíritu generoso”, destacando su labor en la comunidad.
El arzobispo Joseph F. Naumann expresó su “desconsuelo” en un comunicado e inmediatamente acudió personalmente a dar seguimiento de las investigaciones y acompañar mediante el servicio litúrgico y pastoral a la consternada comunidad:
“El padre Carasala fue un pastor devoto que sirvió con gran generosidad. Su amor por Cristo y su Iglesia era evidente”. La parroquia local, en un mensaje separado, admitió sentirse “en shock e incrédula” ante la pérdida.
Aunque las autoridades confirmaron que no existe una amenaza actual para la comunidad, los motivos del ataque siguen sin esclarecerse. Kris Anderson, director de educación religiosa de la parroquia, indicó que, según información preliminar, “un hombre mayor se acercó al sacerdote y le disparó tres veces”. Sin embargo, no se ha revelado una posible conexión entre el sospechoso y la víctima.
El fiscal del condado de Nemaha, Brad Lippert, declinó comentar detalles del caso, mientras la KBI lidera la investigación. Hasta ahora, no se han compartido actualizaciones sobre el arma utilizada o declaraciones de Hermesch.
El crimen ha dejado un vacío palpable en Seneca, donde el padre Carasala era una figura central. Su muerte no solo resalta la violencia en espacios sagrados, sino que también expone la vulnerabilidad de comunidades rurales que rara vez enfrentan crímenes de esta magnitud.
Mientras la arquidiócesis prepara los servicios conmemorativos, el legado del sacerdote perdura en las memorias de quienes lo conocieron, recordando su dedicación a unir fronteras culturales y espirituales desde India hasta el corazón de Estados Unidos.
Durante la ceremonia realizada en memoria del sacerdote acaecido, el arzobispo reconoció que "realmente no hay palabras para una ocasión como esta" y ahondó: "Jesús no prometió a sus discípulos que nunca tendrían problemas o dificultades o adversidades. Él dijo que si vas a ser mi discípulo, tienes que estar preparado para tomar la cruz. Y les dijo que si lo van a seguir, tienen que seguirlo en esta forma de amor heroico".
"Pero lo que sí promete es que nunca estaremos solos en cualquier tipo de adversidad o sufrimiento. Y eso es lo que escuchamos esta noche en la primera lectura de San Pablo de Romanos. Dios está con nosotros. ¿Quién puede estar contra nosotros? Nada nos puede privar del amor de Jesucristo", reflexionó.
Información y fotografías: The Laven, Kansas City @theleavenkc