Zacatecas, Zacatecas.- El obispo Sigifredo Noriega Barceló, durante la homilía por la Conmemoración de los Fieles Difuntos, se refirió al acto de asesinar como "la mayor injusticia que pueda haber". El líder católico desarrolló una reflexión sobre el sentido de la vida y la muerte en el marco del Día de Muertos.
"Estamos en la fila, lo único que no sabemos en qué lugar de la fila estamos, si hay muchos antes que nosotros, o nosotros estamos adelante en la fila. Somos tan frágiles. Somos mortales", expresó Noriega Barceló ante los fieles reunidos.
El obispo cuestionó el sentido fundamental de la existencia. "¿Qué sentido tiene la muerte? ¿Qué sentido tiene la vida?". Afirmó que si la muerte fuera el final, "entonces seríamos un fracaso". Subrayó que "solamente desde la resurrección de Jesús podemos pensar en el más allá".
Noriega Barceló criticó cómo la sociedad moderna ha desplazado la muerte del ámbito cotidiano: "No hay ningún ser humano que no tenga a alguien en el panteón, en todo el mundo, en todas las épocas, los muertos están ahí, es una realidad que no podemos ocultar".
Señaló que con la creación de funerarias y salas de velación "se ha perdido el sentido íntimo de morir en casa". Expresó que lo ideal sería "vivir y partir desde el hogar hacia la casa del Padre".
El obispo destacó el valor de la Eucaristía como vínculo entre la vida terrenal y la eterna. Citando las palabras de Cristo, recordó: "El que come de este pan vivirá para siempre". Explicó que a través de este sacramento "los creyentes pueden participar de la vida de Jesús resucitado y mantener viva la fe en la resurrección".
En el contexto del Día de Muertos, Noriega Barceló enfatizó que "la oración por los difuntos es un acto de amor y esperanza". Mencionó que los panteones representan "la comunión entre el pasado, el presente y la eternidad".
Explicó que la Iglesia, durante cada celebración Eucarística, se "incluye a los nombres de quienes han partido, pues ellos ya participan de la Pascua eterna, purificándose o glorificados".
El obispo concluyó con un llamado a vivir con plenitud y a encontrar sentido en la existencia terrenal a través de la fe. Afirmó que quien comprende el misterio de la muerte "puede enfrentar con esperanza los desafíos de la vida".

											
	
 
						