Olomuc, República Checa.- El arzobispo de Olomouc, Jozef Nuzik, concedió una dispensa temporal de la obligación de asistir a la misa dominical para los fieles católicos en zonas remotas de Moravia. La medida es consecuencia de la "escasez de sacerdotes" que imposibilita ofrecer misa regularmente en algunas parroquias.
Nuzik anunció la decisión en una carta pastoral leída en las parroquias el 22 de junio. El arzobispo describió la dispensa como una "ayuda pastoral para quienes, debido a la escasez de sacerdotes, encuentran serios obstáculos para cumplir con su obligación dominical". La dispensa permanecerá vigente hasta el 31 de diciembre de 2025.
La norma se aplica en circunstancias específicas donde los territorios parroquiales no pueden ofrecer misa dominical por falta de clérigos. En esos casos, el arzobispo insta a los fieles a buscar otras iglesias cercanas con misa, asistir a liturgias dominicales vespertinas o participar en Liturgias de la Palabra dirigidas por diáconos.
Cuando el viaje o la logística imposibiliten estas alternativas, especialmente en zonas rurales con transporte público limitado, los fieles pueden cumplir la obligación dominical mediante devoción privada, oración familiar o participación en misa por radio, televisión o internet.
La carta subraya que esta dispensa no es una "licencia para la indiferencia". Reconoce que la imposibilidad de asistir a misa es ajena a la voluntad de muchos fieles. Nuzik apeló al canon 1248 del Código de Derecho Canónico, que permite expresiones alternativas de participación ante impedimentos genuinos.
La Arquidiócesis de Olomouc enfatizó que la medida es temporal y se reevaluará a finales de 2025. Nuzik pidió a los fieles intensificar su oración por las vocaciones sacerdotales.
La escasez de sacerdotes ha también obligado a modificar el estatus previo de las parroquias rurales en Moravia, antes atendidas por sacerdotes residentes permanentemente, y que ahora dependen de cierto clero misionero, inestable, rotativo o circunstancial. La medida planteada por Nuzik podría establecer un precedente para otras diócesis europeas con desafíos demográficos y vocacionales similares.
En algunas regiones periféricas, territorios de misión o de escasa presencia sacerdotal, también se dispensa a los fieles a la participación de la Celebración Eucarística dominical pero se instruye a religiosas profesas o a diáconos permanentes a celebrar la Liturgia de la Palabra y administrar la Comunión entre los fieles, aquellos domingos durante los cuales no hay un sacerdote presente. Los presbíteros acuden una o dos veces al mes a las regiones apartadas o de difícil acceso para consagrar la Sagrada Comunión que acompañará a la comunidad en los días de precepto.