Ciudad del Vaticano.— La mañana de este martes se llevó a cabo la Séptima Congregación General del Colegio Cardenalicio, con la participación de 181 miembros, incluidos 124 cardenales electores. El encuentro, celebrado en un clima de oración y reflexión, se centró en dos grandes ejes: la situación económica de la Santa Sede y la vida interna de la Iglesia en su dimensión pastoral y sinodal.
En la primera parte de la jornada, el cardenal Reinhard Marx, coordinador del Consejo para la Economía, ofreció un panorama actualizado sobre los desafíos financieros que enfrenta la Santa Sede, subrayando la necesidad de estructuras económicas sostenibles que garanticen la estabilidad de la misión pontificia.
A su intervención siguieron las exposiciones del cardenal Kevin Farrell, presidente del Comité para las Inversiones, y del cardenal Christoph Schönborn, encargado de la supervisión del Instituto para las Obras de Religión (IOR), quienes abordaron temas relativos a la administración responsable de los recursos del Vaticano.
Por su parte, el cardenal Fernando Vérgez Alzaga, L.C., compartió avances en los trabajos de restauración de edificaciones del Estado vaticano, así como el respaldo logístico ofrecido al Papa y a la Curia. Finalmente, el cardenal Konrad Krajewski, limosnero apostólico, expuso el trabajo del Dicasterio para el Servicio de la Caridad, destacando la dimensión solidaria del ministerio petrino.
La segunda parte del encuentro estuvo marcada por la lectura de un mensaje dirigido al Pueblo de Dios y por una serie de 14 intervenciones de los cardenales.
Los temas abordados giraron en torno a la eclesiología del Pueblo de Dios, con especial atención al sufrimiento generado por la polarización tanto dentro de la Iglesia como en la sociedad contemporánea. Se reafirmó la importancia de vivir la sinodalidad en comunión con la colegialidad episcopal, entendida como una corresponsabilidad diversa y compartida.
Asimismo, se debatió la situación de las vocaciones sacerdotales y religiosas, en relación con el necesario impulso espiritual y pastoral que requiere la Iglesia en el presente. Varios oradores retomaron las enseñanzas del Concilio Vaticano II, especialmente las constituciones Lumen Gentium y Gaudium et Spes, como referencias doctrinales para el discernimiento eclesial.
La evangelización fue otro de los temas insistentes, con un llamado claro a la coherencia entre el anuncio del Evangelio y el testimonio concreto de una vida cristiana auténtica.
Uno de los puntos también analizados y aprobados por el colegio de cardenales fue la participación extraordinaria de un número mayor de purpurados en el cónclave que comienza el próximo 7 de mayo, toda vez que lo previsto en la normativa vaticana sólo contempla a 120 cardenales electores; no obstante que el número actualmente de cardenales electores supera dicha cifra, se ha decidido que participarán todos con derechos y deberes semejantes.
La sesión concluyó a las 12:30 con la oración del Regina Coeli. La próxima Congregación General está programada para el viernes 2 de mayo a las 9:00 de la mañana.