Chilpancingo, Guerrero.- José de Jesús González Hernández, obispo de Chilpancingo-Chilapa, reveló un episodio de violencia extrema que vivió al inicio de su labor pastoral como obispo prelado en el Nayar cuando un comando armado lo atacó al confundirlo con un jefe delictivo conocido como "El Bigotes". El relato, compartido ante feligreses en la Catedral de la Asunción de María, expone la peligrosa realidad que enfrentan líderes religiosos en México; pero también la oportunidad de conversión en situaciones exrremas.
González Hernández relató que en sus primeros días como obispo, realizaba una visita pastoral en la sierra de Nayarit; viajaba en una camioneta cuando sujetos armados bloquearon su camino y abrieron fuego contra el vehículo.
"Eran ráfagas, los vidrios se hicieron pedazos, y hasta hoy todavía escucho el eco de esos disparos", declaró el prelado. Los disparos, según precisó, apuntaban a su cabeza, no a las llantas, lo que evidenció la intención de asesinato.
Al detenerse los disparos, los agresores ordenaron al obispo y su acompañante salir del vehículo con las manos en alto. En ese momento ocurrió el giro inesperado:
"Entonces se dieron cuenta de que éramos sacerdotes y no el Bigotes", relató González Hernández con ironía: "Buscaban a un Bigotes, pero se toparon con un barbón".
Los atacantes pidieron disculpas inmediatas e incluso ofrecieron reparar los daños. Uno de ellos, identificado por el obispo como "el que parecía más católico", se acercó para solicitar una bendición: "Yo tenía ganas de darle un rodillazo en la nariz... pero pensé que todavía traía el arma", confesó el religioso sobre el tenso momento.
Tras recibir la bendición del obispo, los demás integrantes del comando formaron fila para el mismo ritual. Su despedida incluyó una peculiar solicitud: "No nos echen al gobierno", rogaron antes de retirarse.
El obispo concluyó que esta experiencia, pese al riesgo mortal, reforzó su convicción de encomendarse a la Virgen María en su labor pastoral. El episodio ilustra la compleja coexistencia entre violencia criminal y prácticas religiosas en diversas regiones de México.