Oaxaca, Oaxaca.- En el marco del Jubileo de las Fuerzas Armadas, Policías y Cuerpos de Seguridad, el arzobispo metropolitano de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos, hizo una petición especial de protección, gracia y bendición a favor de todas las personas que laboran en funciones de seguridad pública. 

Durante la misma dominical, celebrada en la Catedral de la Asunción, el pastor explicó que la solicitud de protección divina a los hombres y mujeres uniformados es necesaria: "Tenemos que pedir por ellos, porque están en un constante peligro", aseguró.

Vázquez Villalobos además reconoció que son millares los oaxaqueños que se han dado de alta en alguna de las fuerzas de orden y seguridad en todo el país; tanto en el ejército nacional, las fuerzas armadas, la marina y las corporaciones policiales federales y municipales en varios estados de la República.

"Tan sólo el que está al frente de la Marina, es un oaxaqueño nacido en Sola de Vega. Y, por supuesto, ahí usted va a decir: 'Mira, ¡qué orgullo! Estoy orgulloso de mi paisano oaxaqueño al frente de la Marina Armada de México'. Pero le pregunto: ¿Y del humilde soldado, no está usted orgulloso? Es más, tal vez hasta es su pariente". reflexionó.

El arzobispo también tiene una historia personal vinculada a las fuerzas armadas en México, su hermano mayor fue miembro del Ejército Mexicano y después fue nombrado secretario de Seguridad Pública del Estado de Jalisco:

"¿Y qué voy a pensar de mi hermano? ¿Que estuvo mal en el ejército? ¿Que fue un mal hermano en la policía? Ah, y también mi hermana fue policía y creo que ahora que me está escuchando se está riendo. Fue policía mi hermana y yo estoy orgulloso de ellos. Por que ella fue una gran policía y porque mi hermano fue un gran trabajador ahí en Seguridad Pública y un buen militar", compartió con la feligresía.

El arzobispo relató finalmente que, durante las fiesta de Nuestra Señora de Guadalupe en 2024, acudió a la Agencia Estatal de Investigaciones de la Fiscalía General del Estado y conoció en primera persona el tipo de trabajo que realizan: "son trabajos muy peligrosos". Por ello, dedicó esas fiestas a estar con ellos, celebrarles misa y platicar pues "son hombres y mujeres como usted y como yo, de carne y hueso, con sentimientos y con miedo, con miedo".

Y confesó que, ante los servicios que le exige su labor, los agentes de seguridad piden ellos a Dios que puedan regresar con vida. Por ello no dudó en dedicar oraciones especiales por su bienestar y seguridad.