Ciudad de México.- Existe una urgencia de proteger la familia pues se advierte su deterioro que impacta directamente en la sociedad; considera la Arquidiócesis de México y asegura que esta 'crisis familiar' está vinculada con el aumento de la violencia, la polarización y problemas de salud mental como la depresión y el suicidio.
En el editorial del órgano oficial de información diocesana titulado “Reparar a la familia para restaurar el tejido social”, la arquidiócesis liderada por el cardenal arzobispo Carlos Aguiar Retes subrayó que la descomposición de los lazos familiares debilita la solidaridad y el sentido de comunidad. La familia, sostiene, es el primer espacio donde se aprende a amar y a vivir en servicio.
Recordó que el papa Francisco ha insistido en la importancia de resguardar la esencia de la familia, alejada del egoísmo y la indiferencia. Aseguró que el hogar debe ser el lugar donde cada persona se sienta valorada, respetada y amada. Además, enfatizó que la familia tiene la misión de fortalecer los vínculos sociales mediante la creación de relaciones basadas en el amor y el servicio.
Frente a este panorama, la Iglesia propone acciones concretas para revitalizar los hogares. En primer lugar, recomienda fortalecer la comunicación y el diálogo entre sus miembros. La escucha y la palabra compartida se presentan como herramientas esenciales para reforzar la unidad familiar.
En segundo lugar, hace un llamado a fomentar una cultura de servicio dentro de los hogares. Los padres, mediante el ejemplo, pueden ser testimonio de generosidad y entrega para sus hijos, transmitiendo valores esenciales para la construcción de una sociedad más solidaria.
La familia no es solo el núcleo del crecimiento personal, sino también un pilar fundamental en la evangelización y el compromiso social. Cuidarla no sólo garantiza la estabilidad de quienes la conforman, sino que también es una vía para reconstruir el tejido social y enfrentar los desafíos que aquejan a la sociedad actual.