Ciudad del Vaticano.- El órgano oficial informativo del Estado Vaticano ha reconocido la labor del religioso Sergio Omar Sotelo Aguilar, sacerdote mexicano director del Centro Católico Multimedial y creador de diversos proyectos periodísticos en los que ha denunciado el clima de violencia y corrupción en el país; sus documentales también son una forma de visibilizar las afecciones que sufre la Iglesia católica en México.
"Mi país se ha convertido en uno de los más peligrosos para ejercer el sacerdocio... Estoy convencido de que la Iglesia debe ser fuente y no objeto de información.Debo seguir denunciando la injusticia de manera más comprometida y profunda", revela ante el informativo VaticanNews.
Para el religioso, el sacerdocio y el periodismo son dimensiones afines porque ambas están comprometidas con la proclamación de la verdad y recuerdan que es precisamente la verdad la que nos hace libres: "Por eso, cuando actúo como sacerdote trato de incidir en los medios con el periodismo y cuando actúo como periodista trato de profetizar con la fuerza del sacerdocio que salva, consuela y redime", explica Sotelo Aguilar.
El sacerdote de la Sociedad de San Pablo es periodista, investigador, productor y escritor, y está en el punto de mira de ciertos grupos criminales; sin embargo, considera que sus principales enemigos "son el silencio y la omisión que permiten que la criminalidad crezca y prospere".
"Mantener en silencio las comunidades y los lugares donde se llevan a cabo las malas acciones significa difundir el miedo que es útil para implantar la narcocultura, la narcoeconomía y la narcopolítica. Ahora más que nunca es necesario seguir haciendo visible la nefasta incidencia de la la criminalidad organizada con todos los medios posibles para intentar combatirla y erradicarla", comenta.
Omar Sotelo es creador y productor de los cortometrajes de la serie 'Hermano Narco', que desvelan la vida, la violencia y los secretos de los narcotraficantes y cuentan las sangrientas historias de víctimas y sicarios. Le valieron el prestigioso Premio Nacional de Periodismo en 2017, pero también reiteradas amenazas de agresivos jefes del narcotráfico.
"Sí, algunos han mostrado su descontento con nuestro trabajo y he sufrido algunos acosos incluso graves que en algún momento me preocuparon, me intimidaron. Sin embargo, nuestra misión vale la pena y por eso seguimos con mucha fe y alegría trabajando mientras Dios nos lo permita".
Como él, el equipo, formado por otros cuatro periodistas, que trabaja en el Centro Católico Multimedial también ha sido blanco de ataques por haber encendido los reflectores no sólo sobre el narcotráfico, sino también sobre la violencia que afecta a la Iglesia en los últimos años: "Trabajamos para denunciar la terrible acción del crimen organizado contra sacerdotes e instituciones eclesiásticas. Desde hace casi 15 años, nuestro trabajo ha sido considerado válido por diversos organismos nacionales e internacionales, que han certificado que el grave problema de violencia en nuestro país ha convertido a México en uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio".