Gaza, Palestina.- La comunidad cristiana en Gaza se niega a abandonar sus iglesias, a pesar de las órdenes de evacuación emitidas por el ejército israelí y los ataques previos que causaron decenas de muertos. Líderes religiosos y feligreses insisten en permanecer en sus templos, argumentando que desplazarse equivale a una “sentencia de muerte”.
Según testimonioó el programa Middle East Diaries de la BBC, los habitantes de los territorios palestinos en Gaza no desean abandonar sus hogares; por ejemplo, Ramez Al-Souri perdió a 12 miembros de su familia, incluidos tres de sus hijos, en un ataque aéreo israelí contra la Iglesia Ortodoxa Griega de San Porfirio el 19 de octubre de 2023; y a pesar del dolor, Al-Souri se resiste a abandonar el lugar.
“Estamos aquí, entre familiares, amigos y seres queridos. Juntos hemos enfrentado toda la violencia desde el inicio de la guerra”, declaró al programa de radio .
La iglesia ortodoxa, una de las más antiguas en uso en el mundo, fue blanco de un bombardeo que dejó al menos 16 muertos. Ahora, el ejército israelí ordenó la evacuación del complejo religioso como parte de una operación militar más amplia en la ciudad de Gaza. Sin embargo, la comunidad cristiana, respaldada por sus líderes religiosos, ha decidido permanecer.
El sacerdote Issa Musleh, portavoz del Patriarcado Griego Ortodoxo de Jerusalén, explicó que la determinación de no desplazarse fue una decisión directa del Patriarca Teófilos III y del Patriarca Latino de Jerusalén.
“Abandonar la ciudad de Gaza e intentar huir hacia el sur equivaldría a una sentencia de muerte para ellos”, señaló Musleh, citando un comunicado conjunto emitido por ambos patriarcados.
Musleh calificó el intento de expulsión como un “atroz crimen de lesa humanidad” y aseguró que el clero ortodoxo se negó categóricamente a irse. “Nuestro deber es cuidar del pueblo palestino, ya que estos monasterios e iglesias albergan a desplazados, tanto musulmanes como cristianos”, afirmó.
Elias Al-Jilda, miembro del Consejo de Representantes de la Iglesia Ortodoxa Árabe de Gaza, destacó que la mayoría de los refugiados en los templos son mujeres, ancianos y niños con discapacidad. “La iglesia decidió que no nos iríamos porque les resulta imposible abandonar a las personas, especialmente a quienes tienen discapacidades o son mayores. No es ni religioso ni humano dejarlos solos”, declaró.
Al-Jilda, quien se identifica como palestino cristiano, enfatizó su conexión con la tierra: “Nacimos en la Ciudad de Gaza y no conocemos otro hogar. Si la muerte es inevitable, que sea dentro de la iglesia”.
Abdullah July, otro líder religioso, subrayó que los cristianos en Palestina son parte integral del pueblo árabe palestino. “Sin los árabes cristianos, las iglesias y monasterios se convertirían en meros museos y santuarios para lamentar a un pueblo desplazado”, advirtió.
La firmeza de la comunidad cristiana en Gaza trasciende el rechazo al desplazamiento. Es un mensaje claro: la presencia cristiana en Tierra Santa es parte del tejido social palestino, y sus iglesias son refugios y símbolos de humanidad en medio de la destrucción.
El ataque a la Iglesia de San Porfirio en octubre de 2023 generó condena internacional. Israel justificó el bombardeo como parte de su operación contra blancos militares de Hamas, pero organizaciones humanitarias cuestionaron el objetivo directo a un lugar de culto.
La orden de evacuación actual se enmarca en la preparación de una ofensiva israelí a gran escala en la ciudad de Gaza. Mientras tanto, cientos de desplazados, cristianos y musulmanes, permanecen en iglesias como San Porfirio y Santa Porchinia, desafiando el peligro con una convicción inquebrantable: “Si morimos, que sea en la casa del Señor”.