Ciudad del Vaticano.- En su primer discurso al Cuerpo Diplomático acreditado ante la Santa Sede, el papa León XIV hizo un llamado a fortalecer el diálogo internacional basado en tres pilares: paz, justicia y verdad. Sin embargo, centró parte de su mensaje en la familia, definiéndola como la base indispensable para sociedades armónicas, en línea con la doctrina católica tradicional.
La familia es la 'sociedad más antigua'
Durante su intervención ante más de 180 representantes diplomáticos, el pontífice destacó que la familia, fundada en la "unión estable entre el hombre y la mujer", es un "bien pequeño, pero verdadera sociedad y más antigua que cualquiera otra".
Esta institución, afirmó, debe ser protegida y potenciada mediante políticas que tutelen la dignidad de sus miembros, desde "el niño por nacer hasta el anciano", incluyendo a migrantes y personas en situación de vulnerabilidad.
"Es tarea de quienes tienen responsabilidad de gobierno aplicarse para construir sociedades civiles armónicas y pacíficas. Esto puede realizarse sobre todo invirtiendo en la familia", señaló León XIV, citando las enseñanzas sociales de León XIII, autor de la encíclica Rerum novarum de 1891.
Protección de los más frágiles y cohesión social
El Papa vinculó la defensa de la familia con la necesidad de combatir desigualdades globales y fragmentación social. Hizo énfasis en que la dignidad humana, "siempre la misma", debe ser respetada independientemente de condiciones como la salud, el empleo o el estatus migratorio.
Su mensaje resonó en su propia biografía: hijo de inmigrantes y emigrante durante su etapa como prior general de los Agustinos, León XIV subrayó que "cada uno de nosotros puede encontrarse sano o enfermo, en su patria o en tierra extranjera".
Aunque el discurso abordó temas como el desarme, la inteligencia artificial y la ecología, el Pontífice insistió en que las religiones y el diálogo interreligioso son clave para fomentar la paz, siempre que se garantice la libertad religiosa. Asimismo, abogó por revitalizar la diplomacia multilateral para prevenir conflictos, en línea con las posturas de su predecesor, el papa Francisco.
León XIV cerró su intervención enmarcando su gestión en el Año Jubilar en curso, dedicado a la esperanza. Invitó a dejar atrás divisiones y trabajar juntos por un mundo donde "cada persona pueda realizar su humanidad en verdad, justicia y paz", con atención especial a zonas en conflicto como Ucrania y Tierra Santa.