Ciudad del Vaticano.- Desde Roma y Castel Gandolfo, el papa León XIV alertó sobre la conexión directa entre degradación ambiental y violación de derechos humanos; el pontífice norteamericano subrayó que la crisis ecológica exige respuestas políticas y culturales inmediatas orientadas al bien común. Se trata de dos llamados contundentes ha hecho el Santo Padre sobre la importancia del Cuidado de la Creación; el primero durante el mensaje para la Décima Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y el segundo en su homilía durante la celebración Eucarística bajo el misal propio recientemente aprobado por él.
El mensaje papal establece que la justicia ambiental "ya no puede considerarse un concepto abstracto o un objetivo lejano".
León XIV afirmó que es "una necesidad urgente que va más allá de la simple protección del medio ambiente", constituyendo una "cuestión de justicia social, económica y antropológica". Alertó que "destruir la naturaleza no perjudica a todos del mismo modo: pisotear la justicia y la paz significa afectar sobre todo a los más pobres, a los marginados, a los excluidos".
Recursos naturales como campo de batalla
El análisis del Papa se identifican prácticas que convierten a la naturaleza en instrumento de conflicto: "La propia naturaleza se convierte a veces en un instrumento de intercambio, en un bien que se negocia para obtener ventajas económicas o políticas". Señaló casos concretos:
"Zonas agrícolas y bosques peligrosos debido a minas, política de tierra arrasada, conflictos por fuentes de agua y distribución desigual de materias primas que penaliza a poblaciones débiles".
En su homilía en el Borgo Laudato si’, el pontífice pidió una transformación cultural: "Tenemos que pedir la conversión de muchas personas, dentro y fuera de la Iglesia, que aún no reconocen la urgencia de cuidar nuestra casa común". Relacionó desastres naturales con modelos de desarrollo: "Tantos desastres naturales son producidos, en parte, por excesos del ser humano, a causa de su estilo de vida".
Propuestas concretas para el bien común
León XIV presentó el proyecto "Borgo Laudato si’" como modelo cultural alternativo: un "laboratorio para vivir armonía con la creación que es sanación y reconciliación, elaborando formas nuevas de custodiar la naturaleza". Reafirmó que "la voz del Señor obliga a la Iglesia a ser profética, incluso cuando exige audacia para oponernos al poder destructivo de los príncipes de este mundo".
El Papa concluyó con una advertencia sobre la dimensión ética de la crisis: "La alianza indestructible entre Creador y criaturas moviliza nuestra inteligencia y esfuerzos para que el mal se convierta en bien, la injusticia en justicia y la codicia en comunión".