Castel Gandolfo, Roma.- Ante una peregrinación ecuménica ortodoxa-católica de Estados Unidos, el papa León XIV declaró que Roma y Constantinopla "no están llamadas a disputarse la primacía" en un llamado a superar divisiones históricas. El pontífice advirtió que competir por supremacía reproduce el error de los discípulos que discutían "quién era el más grande" mientras Jesús anunciaba su pasión.
Durante el encuentro con el cardenal Joseph Tobin (arzobispo de Newark) y el metropolitano Elpidophoros (líder ortodoxo en América), León XIV subrayó el Credo niceno-constantinopolitano como "patrimonio común de todos los cristianos". Destacó como señal de esperanza la coincidencia excepcional de calendarios litúrgicos este año, permitiendo celebrar juntos la Resurrección: "¡Cristo ha resucitado! ¡Ha resucitado verdaderamente!".
El grupo peregrinará primero a las tumbas de Pedro y Pablo en Roma, luego a Estambul para venerar la tumba de Andrés, fundador de la sede constantinopolitana. El Papa pidió transmitir un "abrazo de paz" al patriarca Bartolomé, con quien espera reunirse próximamente en la conmemoración del 1700° aniversario del Concilio de Nicea.
León XIV reconoció avances ecuménicos desde el histórico gesto de Pablo VI y Atenágoras en 1965 —cuando levantaron mutuas excomuniones tras el cisma de 1054—, pero advirtió contra la complacencia:
"A veces damos por sentados estos signos de comunión. Aún no significan unidad plena". La peregrinación binacional simboliza lo que calificó como "diálogo de caridad" característico de las últimas décadas.
El mensaje enfatizó que la unidad cristiana debe construirse mediante servicio mutuo, no mediante disputas jurisdiccionales. La cita ocurre semanas antes de la visita del patriarca Bartolomé a Roma para preparar las conmemoraciones de Nicea, primer concilio ecuménico de la cristiandad no dividida.