Ciudad del Vaticano.- El 28 y 29 de julio, más de mil 100 misioneros digitales e influencers católicos provenientes de 58 países se reunieron en el Vaticano para celebrar un jubileo sin precedentes. La jornada se inauguró en el Auditorium Conciliazione de Roma y fue impulsada por el Dicasterio para la Comunicación de la Santa Sede.
El evento congregó a comunicadores de la fe digital con el objetivo de reflexionar, compartir y renovar su misión en el entorno virtual.
Entre los principales ponentes estuvieron el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado del Vaticano; Rino Fisichella, prefecto del Dicasterio para la Evangelización y encargado del Jubileo por parte de la Santa Sede; Paolo Ruffini, prefecto del Dicasterio para la Comunicación; Lucio Ruiz, secretario del Dicasterio para la Comunicación; el sacerdote jesuita Antonio Spadaro, director ejecutivo del Discerning Leadership Program y el religioso David McCallum, subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación.
El cardenal Parolin subrayó que la misión de la Iglesia no puede ser pasiva ni improvisada, sino activa, dialogante y misionera: “Evangelizar en lo digital es estar en el mundo sin ser del mundo, con creatividad, sabiduría y testimonio de vida”.
Fisichella destacó que evangelizar requiere compromiso real y conciencia de ser “instrumentos de la gracia”. Recalcó que los influencers deben ser antes que nada testigos, pues “el mundo de hoy no escucha a los influencers, escucha a los testigos y si escucha a los
influencers es porque son testigos”.
Por su parte, Paolo Ruffini expresó que “en nuestra época nos une la red y la tecnología digital, pero lo que nos une hoy aquí es más que una red, es algo que seguimos construyendo, esto es más grande que nosotros porque viene de Dios, es una sola fe la que nos une a todos”.
Spadaro llamó a vivir el entorno digital como un lugar de fe y encuentro auténtico, y no sólo como un canal de contenidos. “El mundo necesita corazones ardientes, no influencers vacíos. El algoritmo no sabe quién eres, pero la gracia sí”.
Finalmente, Lucio Ruiz definió esta misión digital como un “abrazo” de la Iglesia madre, una invitación a testimoniar, amar y acompañar a quienes sufren. Recordó que el verdadero impacto de los misioneros digitales está en el primer anuncio, ese mensaje breve que
llega al corazón justo en el momento necesario y recordó a los influencers que “su misión en los entornos digitales no es la sola producción de contenido, sino crear un encuentro real con las personas.
El jubileo sostuvo un llamado conjunto a vivir la misión digital con humildad, unidad y creatividad, siendo fuego que ilumina e inspira. Como se reflexionó durante los paneles: “La cultura digital exige que la alimentemos con un espíritu de sinodalidad”.