Buenos Aires, Argentina.- En respuesta al discurso del presidente de Argentina, Javier Milei, el obispo de San Francisco, Sergio Buenanueva, refutó las teorías del economista y mandatario sobre la justicia social pues, a su parecer, Milei "dejó mucha, muchísima tela para cortar" en su alocución.
Buenanueva dijo que "en diálogo con las ideas de la libertad" (en alusión a uno de los conceptos políticos ideologizados por el mandatario argentino) en ocasiones se cae en "simplificaciones" discursivas que pueden alterar y afectar conceptos clave para el pensamiento social cristiano. El obispo se refería a la forma en cómo Milei conceptualiza la idea de justicia social.
Si bien, valoró el intercambio de ideas como un signo saludable para la vida pública, reconoció que desde la política y la mercadotecnia se utilizan los discursos en forma de propaganda y reduccionismo de ideas centrales.
El prelado valoró el intercambio de ideas como un signo saludable para la vida pública y celebró que temas de fondo vuelvan a estar presentes en el debate político nacional. Sin embargo, advirtió sobre simplificaciones que pueden afectar conceptos clave para el pensamiento social cristiano.
"La justicia social no es sólo distribucionismo estatal", explicó el obispo y lamentó que el mandatario tenga un pensamiento recurrente, erróneo y distorsionado sobre este principio. Reconoció que "en nombre de una caricatura de justicia social", en efecto se cometieron excesos y actos de corrupción; pero indicó que, dentro del humanismo cristiano, "la justicia social es un concepto más rico, complejo y válido".
Para Buenanueva, la justicia social es una arquitectura que, asentada en la dignidad de la persona humana, busca garantizar la participación de todos en la construcción del bien común: "Implica armonizar todas sus dimensiones: justicia general, conmutativa, distributiva y también justicia social", detalló.
El obispo también cuestionó la utilización descontextualizada e ideologizada de la Biblia. Respecto a las citas bíblicas utilizadas por Milei para justificar su posición política, el obispo expresó su acuerdo con el recurso, pero advirtió sobre el riesgo de caer en visiones fundamentalistas que eludan la mediación de la razón.
"En la tradición católica no hay una línea directa entre la Escritura y la organización política de la sociedad", afirmó e invitó a redescubrir el pensamiento de Benedicto XVI, en particular su discurso ante el Parlamento alemán, como guía para esta reflexión.
Asimismo, Buenanueva aplaudió el debate público de ideas, especialmente en un contexto donde predominan las lógicas binarias y polarizantes. Llamó a cultivar una democracia inspirada en el respeto a la diversidad, la dignidad del otro y el rechazo de toda forma de violencia.
Finalmente, el obispo recordó que el verdadero debate de fondo es antropológico. A pocos días del 209° aniversario de la Independencia nacional, afirmó: "El modelo de libertad que propone la tradición judeocristiana es el de la persona creada a imagen y semejanza de Dios", una libertad que se vive en el amor y el servicio, particularmente hacia los más pobres.
"Busquemos un territorio común, también y especialmente en nuestro anhelo de libertad", concluyó.