Caracas, Venezuela.- El presidente Nicolás Maduro y una delegación de la Iglesia católica venezolana sostuvieron este 7 de agosto una reunión en la Casona Cultural Aquiles Nazoa para "afinar detalles" de las históricas canonizaciones de José Gregorio Hernández y Carmen Rendiles, los primeros santos venezolanos, programadas para octubre.
Según el comunicado presidencial, el encuentro buscó organizar "la celebración de la fe cristiana católica que, pacientemente, ha esperado por el gran momento de la canonización".
Maduro asistió con su esposa Cilia Flores, su hijo Nicolás Maduro Guerra —vicepresidente de Asuntos Religiosos del PSUV— y la alcaldesa chavista Carmen Meléndez. La delegación eclesiástica incluyó al arzobispo de Caracas, Raúl Biord, y al rector de la Universidad Católica Andrés Bello, Arturo Peraza, quienes entregaron afiches conmemorativos de los beatos.
Venezolana de Televisión (VTV) destacó que el gobierno y el Vaticano "han cosechado relaciones fructíferas" durante los papados de Francisco y el actual León XIV, quien confirmó las canonizaciones para el 19 de octubre tras un consistorio en junio. La Arquidiócesis de Caracas prepara una celebración masiva para el 25 de octubre.
Activistas venezolanos interpelaron a la Iglesia católica para que las canonizaciones se realicen "sin presos políticos", solicitando su intervención ante la liberación de 807 detenidos documentados por ONGs. Este reclamo contrasta con la agenda oficial del encuentro, donde no se abordó públicamente el tema.
Las canonizaciones representan un hito religioso: el papa Francisco aprobó el decreto para Hernández en febrero y para Rendiles en marzo, semanas antes de fallecer en abril.
Hernández, médico laico venerado como "médico de los pobres", y Rendiles, fundadora de las Siervas de Jesús, simbolizan devociones populares en un país con profundas raíces católicas.