Córdoba, España.- Un incendio en la Mezquita-Catedral de Córdoba, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, activó un operativo de emergencia que evitó daños mayores gracias a la intervención coordinada de bomberos, policías y personal del monumento. El suceso, originado el viernes hacia las 21:00 horas en una capilla utilizada como almacén, causó el colapso parcial del techo de tres capillas pero fue controlado con rapidez.
El obispo de Córdoba, Jesús Fernández, destacó en un comunicado la "rápida y eficaz intervención" de tres dotaciones de bomberos, junto a agentes de la Policía Nacional, Policía Local y Protección Civil.
Fernández atribuyó el éxito a la "colaboración" entre instituciones y la profesionalidad de los equipos, que lograron el control del fuego pasada la medianoche. Agradeció además "la intercesión de San Rafael" y la activación inmediata del protocolo de seguridad por parte del Cabildo Catedralicio.
El jefe de Bomberos, Daniel Muñoz, explicó las dificultades técnicas: la estructura de madera del edificio generó una capa carbonosa que debilitó las vigas. "El peso del agua aplicada en la extinción contribuyó al colapso de una capilla", precisó Muñoz. Un total de 35 bomberos con seis vehículos contuvieron las llamas en un área reducida, evitando su propagación.
El deán, Joaquín Alberto Nieva, confirmó daños en tres capillas: la del almacén (colapso total del techo), la de la Anunciación/Expiación (afectación pictórica) y la de San Nicolás de Bari. Insistió en la magnitud "reducida" de los perjuicios: entre 25 y 50 m² afectados de un total de 13.000 m².
"El monumento está a salvo", declaró, aunque algunas imágenes de retablos sufrieron daños. La hipótesis principal apunta a un cortocircuito en una barredora del área de limpieza.
El alcalde José María Bellido respaldó este mensaje: "Ha habido daño, pero no será una catástrofe. Los bomberos se jugaron la vida". La Mezquita-Catedral reabrió sus puertas en horario habitual este sábado, con la zona siniestrada acordonada. La Policía Científica investiga el origen exacto del incendio, el tercero registrado en el monumento tras los de 1910 y 2001.
La UNESCO solicitó un informe detallado al Ministerio de Cultura, que activó su Plan de Emergencias en Patrimonio Cultural. Instituciones como el Ateneo de Córdoba ofrecieron apoyo para la restauración. El Cabildo anunció la instalación en otoño de un sistema antiincendios con agua nebulizada, similar al de Notre Dame de París, para reforzar la seguridad del símbolo milenario cordobés.