Madrid, España.- Santiago Abascal, líder del partido político Vox, ha acusado a los obispos católicos del Reino de España luego de que estos defendieran la dignidad humana y la libertad religiosa de una comunidad musulmana en Murcia. El político dijo que la Iglesia católica se encuentra "amordazada" por el interés de los pastores en los fondos públicos (subvenciones) o por los casos pederastia que les incriminan.
La reacción de Abascal se manifestó luego de que la Conferencia Episcopal Española (CEE) emitiera un comunicado defendiendo el ejercicio de la libertad religiosa de la comunidad musulmana de Jumilla, en Murcia. En el ayuntamiento, se aprobó días atrás una moción —impulsada por Vox y avalada por el PP— que prohíbe celebrar festividades religiosas como la Fiesta del Cordero en el polideportivo municipal.
Aunque la fiesta religiosa prohibida es de identidad islámica, los obispos católicos denunciaron que la medida "atenta contra la libertad religiosa y los derechos humanos", subrayando que "hacer restricciones por motivos religiosos es una discriminación inadmisible en sociedades democráticas".
Esta postura desencadenó la furia de Santiago Abascal. En una entrevista con el canal de YouTube Bipartidismo Stream, el líder de Vox lanzó ataques sin precedentes contra "una parte de la jerarquía eclesiástica", insinuando que su defensa de los musulmanes obedece a intereses económicos o al miedo por los escándalos de pederastia:
"No sé si su posición se debe a los ingresos públicos que obtiene la Iglesia [...] o a los casos de pederastia que la tienen absolutamente amordazada".
Abascal amplificó sus insinuaciones de contubernio político y utilitario de los obispos católicos con "el islamismo" y con el gobierno en turno (aunque la CEE tiene abierto un conflicto con el gobierno respecto a la indemnización a víctimas de pederastia eclesial). Dijo que los 297 mil 7 millones de euros que la Iglesia recibe anualmente vía la recaudación de impuestos en el reino "la hacen dependiente del Gobierno". De hecho, cuestionó que los fondos para ayudar a migrantes, gestionados por Cáritas realmente sirvan a los necesitados y deslizó la idea de que sólo sirven para pagar la burocracia eclesiástica y los privilegios de los obispos.
También dijo que los casos de abuso sexual y pederastia en la Iglesia católica que han escandalizado a la sociedad provocan que la jeraquía se encuentre "amordazada" por el poder político o los medios de comunicación, impidiéndole criticar políticas gubernamentales sobre género o inmigración.
Y finalmente acusó directamente al obispo Francisco César García Magán, secretario general de la CCE, de no acompañar a su partido político en una propiesta de ley sobre el "latido fetal" (una opción para evitar que se incrementen las semanas para legalizar la terminación de la vida de los no nacidos) o por haber dado anuencia para que se retirara la simbología de la dictadura franquista en el Valle de los Caídos.
De esta manera, Abscal —quien se declara "católico"— ha abierto un enfrentamiento directo con los osbispos católicos de España a pesar de que casi el 70% de los simpatizantes de su partido son católicos. El líder partidista mantiene de esta manera una política contra la dignidad humana y la libertad religiosa de creyentes del islam presentes en territorio del reino de España, al punto de ser considerada como directamente "islamofóbica". Por ello, organizaciones como la Federación Islámica (FEERI) anunciaron una demanda judicial contra el Ayuntamiento de Jumilla por "discriminación institucional". Su presidente, Mounir Benjelloun, ofreció diálogo a Vox: "Invitamos a Abascal a un debate constructivo. La violencia solo genera violencia".
Por si fuera poco tanto el espaldarazo de los obispos católicos al ejercicio pleno de la libertad religiosa de las personas musulmanas como el desmarque que el Partido Popular (PP) han hecho de Abascal para recordar que su plataforma "es un partido de libertad y respeto a todasa las creencias" parece dejar solo al político de Vox.
Con información de HuffingtonPost e Infobae