Castel Gandolfo, Italia.- En un gesto simbólico, el papa León XIV ha compartido el domingo pasado un almuerzo fraterno con más de cien personas en situación de vulnerabilidad en los Jardines de las Villas Pontificias. Bajo el cenador del Borgo Laudato Si', el pontífice sentó a su mesa a refugiados, personas sin hogar y ancianos solos, encarnando su mensaje: "La criatura más bella es aquella creada a imagen de Dios: todos nosotros".
El evento, organizado por Cáritas de Albano Laziale, reunió a beneficiarios y voluntarios en el centro educativo ambiental que honra la encíclica ecológica del papa Francisco. León XIV subrayó el sentido profundo del encuentro: "Partir el pan juntos es reconocer a Cristo entre nosotros. Es la Santa Misa, pero también es compartir los dones del Señor en comunión".
La dignidad como fundamento
Antes del almuerzo, el Papa dirigió unas palabras a los voluntarios y asistentes: "Este lugar muestra la belleza de la creación, pero nos recuerda que la obra más hermosa de Dios es el ser humano. Cada uno refleja su imagen. Aquí, esta tarde, vivimos juntos con Dios en fraternidad auténtica".
Este mensaje amplificó el sentido de la homilía matutina que el pontífice pronunció en el Santuario de Santa María della Rotonda, en la que sentenció: "Somos la Iglesia del Señor, una Iglesia de pobres. Todos preciosos, todos partícipes. Cada persona lleva una Palabra única de Dios". Ahí, instó a llevar "el fuego del amor que se abaja y sirve", no las armas ni las palabras que destruyen.
Un almuerzo que rompe barreras
El menú del almuerzo con el pontífice —lasaña, berenjena a la parmesana y ternera asada— incluyó un postre simbólico: el "Dolce Leone", un mousse de limón preparado en una pastelería local y que fue rebautizado para la ocasión en homenaje al Papa. Entre los que participaron de la mesa papal y compartieron platos con el Papa Prévost estuvo Rosabal León, una mujer refugiada peruana con su familia; y Gabriella Oliveiro, de 85 años, una mujer que vive sola en Roma.
Al respecto, el cardenal Fabio Baggio, presente en el acto, destacó el significado del Borgo Laudato Si’: "Es un estilo de vida evangélico que abre sus puertas primero a los necesitados. No hay ecología auténtica sin justicia social". También el obispo Vincenzo Viva de Albano añadió: "Aquí no hay ‘nosotros’ y ‘ellos’. Solo personas que comparten historias, luchas y esperanzas".
León XIV, con décadas de trabajo entre los pobres de Perú, retoma así la tradición de su predecesor Francisco, quien institucionalizó estos encuentros. El acto refuerza su visión pastoral: "Derribemos muros. Abrámonos a los necesitados. Dejemos entrar al Señor a través de los pobres".
El pontífice presidió el acto con una oración colectiva: "Señor, danos la gracia de vivir la verdadera caridad, unidos en tu amor. Ayúdanos a buscar a quienes están lejos de nuestra familia". Luego saludó personalmente a cada invitado.