Ciudad del Vaticano.- En un discurso dirigido a académicos y teólogos, el papa León XIV delineó una potente crítica a los mecanismos de la comunicación contemporánea y propuso un modelo basado en la “palabra desarmada” como camino para la paz y la reconciliación. El pontífice se dirigió a los participantes del 26º Congreso de la Pontificia Academia Mariana Internacional el pasado 6 de septiembre.
El Papa identificó a la propaganda, la ideología y la información malsana (esto es llena de agresividad armada) como fuerzas que fracturan a la sociedad. Frente a estas, retomó el concepto de lo “desarmado y desarmante” como una forma de comunicación que nace de la humildad, la escucha y la gratuidad, inspirada en la figura de la Virgen María.
“Contemplar el misterio de Dios y la historia desde la perspectiva de María nos protege de las distorsiones de la propaganda, la ideología y la información malsana, que jamás pueden pronunciar una palabra desarmada ni desarmante”, afirmó León XIV ante las autoridades religiosas, civiles y militares presentes.
El pontífice propuso a María como modelo de una comunicación que sana y une. La describió como una “mujer sinodal” que se entrega a la acción del Espíritu Santo y convoca a la fraternidad incluso entre quienes permanecen divididos por la desconfianza mutua. Esta perspectiva, argumentó, es esencial para la Iglesia y la sociedad.
“Una Iglesia con corazón mariano preserva y comprende cada vez mejor la jerarquía de las verdades de la fe, integrando mente y corazón, cuerpo y alma, universal y local, persona y comunidad, humanidad y cosmos”, señaló León XIV. Esta integración evita el fatalismo, la superficialidad y el fundamentalismo, tres males que often alimentan los discursos de odio.
El Papa extendió un llamado más allá de los círculos teológicos. Enfatizó que esta “piedad mariana” debe cultivarse no solo en centros académicos y santuarios, sino también “en los lugares donde se forjan las culturas contemporáneas”, valorando el arte, la música y la literatura como vehículos de inspiración ilimitada.
La propuesta es concreta: fomentar una disposición a "recomenzar" con Dios, su Palabra y las necesidades del prójimo, con humildad y valentía. Esto implica hacer preguntas incómodas, como hizo María, y estar abierto a recorrer “los exigentes caminos de la fe y el amor”.
Camino hacia la paz
La conclusión del mensaje del papa León XIV es esperanzadora. La comunicación desarmada, libre de agendas ocultas y de la intención de dominar, se presenta como la única base sólida para la convivencia.
“Nos abre a la gratuidad divina, la única que permite que personas, pueblos y culturas caminen juntos en paz”, dijo.
Con este marco, el pontífice no solo ofrece una crítica espiritual a la era de la desinformación, sino un plan de acción propositivo: elegir siempre la palabra que desarma los conflictos y construye puentes, una tarea que, según sus palabras, la Iglesia debe liderar con un “rostro mariano”.