Córdoba, Veracruz.- Los fieles católicos de la diócesis veracruzana de Córdoba recibieron la noticia de la sucesión en el gobierno apostólico mandatado por el papa Francisco a través de la Nunciatura Apostólica en México.
La Santa Sede ha aceptado la renuncia anticipada al gobierno pastoral de la Diócesis de Córdoba del obispo Eduardo Porfirio Patiño Leal por motivos de salud. Patiño, de 70 años y originario del clero de Monterrey, fue nombrado en el año 2000 por el papa Juan Pablo II como primer obispo de Córdoba para asentar las bases de la estructura pastoral de gobierno y de evangelización en la localidad veracruzana.
Le sucede en la cátedra el obispo Eduardo Carmona Ortega quién fue enviado por el pontífice como obispo coadjutor a finales del 2019. Se ha desempeñado como sacerdote en la Diócesis de Tacámbaro en Michoacán; fue nombrado obispo de la Diócesis de Puerto Escondido en Oaxaca por el papa Juan Pablo II, y estuvo en este cargo de 2003 a 2012 siendo posteriormente nombrado por el papa Benedicto XVI como segundo obispo de la Diócesis de Parral en Chihuahua hasta el 6 de noviembre de 2019.
Carmona, quien fue recibido por los miembros y los fieles de la Iglesia de Córdoba el 3 de enero pasado, asume desde este momento las plenas facultades de gobierno, magisterio y santificación de su pueblo veracruzano.