Tampico, Tamaulipas.- En su responsabilidad de acompañamiento permanente e integral a la sociedad y a los padres de familia, el obispo de Tampico exhortó a que la crisis política y social derivada de la edición, publicación y distribución de los Libros de Texto Gratuitos (LTG) no propicie un desbordamiento de pasiones ni que se convierta en un botín político; lo anterior incluso cuando reconoció que el proceso de creación y evaluación de los recientes materiales pedagógicos se excluyó a los padres de familia y a los especialistas en la educación.
El obispo Armando Álvarez Cano declaró que “la Iglesia está acompañando a los padres de familia a que esto no se desborde y que llegue a politizarse. Parece como si se estuvieran disputando un botín y ahí creo que es la importancia", indicó.
Al mismo tiempo, el pastor de la Diócesis de Tampico advirtió que las autoridades encargadas del estudio y desarrollo de los LTG no tomaron en cuenta la participación indispensable de los padres de familia y de los expertos pedagogos para la generación, análisis, ensayo y evaluación de los contenidos. Destacó que, incluso a nivel estatal y local, hay expertos en esta materia en los colegios de inspiración cristiana como los centros de formación de los jesuitas existentes en el estado de Tamaulipas y en varios municipios.
“Hay muchos colegios con formación católica, ellos con la experiencia que tienen pudieron ser tomados en cuenta, sacerdotes, religiosas, que han colaborado no solo dando clases en las aulas sino elaborando también material enfocado al aprendizaje", declaró el Obispo de Tampico.
La máxima autoridad católica de Tampico recalcó que “faltó sensibilidad para elaborar esos libros para tener una conformidad de todos los sectores, de lo contrario siempre habrá protestas", refiriéndose a la polémica registrada a nivel nacional.
Álvarez Cano aseguró que la Iglesia "ha sido respetuosa a todo lo referente a los libros, en comparación de las agrupaciones civiles y padres de familia que han levantado la voz en contra de los tomos que va a distribuir el gobierno".
“La Iglesia ha sido respetuosa de la ley, de los procesos, pero sí ha habido un apoyo para los padres de familia, que son los primeros y principales educadores de sus hijos, que tienen que determinar qué clase de educación quieren para ellos", sostuvo.