Ciudad del Vaticano.- En entrevista para el diario La Nación, el arzobispo de Lima, Carlos Castillo Mattasoglio, denunció que el retraso en el proceso electoral en el Jurado Nacional de Elecciones de Perú para dar el triunfo al candidato Pedro Castillo es "amoral" y espera que a la brevedad, la justicia electoral proclame vencedor al sindicalista.
Castillo Mattasoglio se encuentra de visita en el Vaticano y, ante la pregunta expresa de la periodista Elisabetta Piqué, el arzobispo reconoció que en Perú se vive una terrible tensión política tras el triunfo de Pedro Castillo frente a la candidata Keiko Fujimori (hija del expresidente Alberto Fujimori) con apenas 44 mil votos de diferencia.
"De acuerdo al conteo, está claro que Castillo ya ganó. Hay que esperar la proclamación del Jurado Nacional de Elecciones, pero, por razones de tipo subjetivo algunos están retrasándolo, algo que es evidentemente una cosa amoral", denunció el arzobispo de Lima y abundó:
"Es muy parecido a lo que quisieron hacer en Estados Unidos y no lo pudieron hacer porque la democracia se fortaleció, con la demostración de que todo era un engaño, una fake news. Yo creo que en el Perú está haciéndose un retrato similar de las fake news de los Estados Unidos, sólo que se trata de un país más pequeño, más débil", espetó.
Catillo además subrayó que, así como en Estados Unidos ocurrió con Joe Biden, también 'se crearon miedos atávicos en torno del candidato izquierdista'.
"En este momento sin duda hay sectores que no quieren que el señor Castillo pueda gobernar. Pero no es legítimo considerar esto si ganó la elección, porque hay una votación que es límpida, que está bien hecha, como han felicitado organismos e instituciones internacionales. Ya quedó demostrado que no hubo fraude", destacó.
El arzobispo reconoció que se creó un clima de polarización que conduce a miedos que neutralizan en torno de Castillo, considerado inexperto, comunista, que podría cambiar la Constitución, expropiar, nacionalizar y un largo etcétera:
"El profesor Castillo es un sindicalista que ha mostrado capacidad de unir gente para conseguir cosas, como todo sindicalista. Desde el punto de vista ideológico, no estoy seguro de la concepción que él tiene sobre el comunismo o el socialismo. Ha usado un partido que es medio socialista, medio comunista y también muy complejo, para poder presentarse a las elecciones. Pero es mucho más de los eslóganes que se han creado contra él. Es una persona mucho menos peligrosa de lo que se dice. Es muy grave satanizar a una persona con eslóganes, como se hizo con Biden", afirmó.
"Pero hay una desesperación y está azuzada por sectores que quieren que la gente mantenga el mito o la idea o el diablo, de un comunismo que no existe, por lo menos no de la forma que se agita", enfatizó.
El arzobispo Carlos Castillo explica que en las recientes elecciones algunos sectores intentaron manipular la realidad en las conciencias de los peruanos respecto a la necesidad de una economía social y justa.
Detrás de estos sectores, el arzobispo señala que "hay un grupo que quiere manipular la realidad porque desprecia lo que puede ocurrir y ha creado toda una situación de miedos". Un grupo que no comprende la realidad histórica del Perú, país “constituido en base a los intereses extranjeros y a la exportación de sus riquezas mineras, sobre las espaldas y a espaldas de las necesidades reales de su pueblo”.
"En estas elecciones tenemos un problema equivalente. Se pensaba que la globalización había logrado repartir gotas, que suele llamarse ‘chorreo’ o ‘derrame’... El padre Gutiérrez decía que el problema en Perú es que ‘aquí no se respetan las leyes nunca y menos la ley de gravedad: aquí en vez de chorrear para abajo, chorrea para arriba’. Es una frase interesante porque en los últimos 30 años es verdad que ciertos sectores se han beneficiado enormemente, incluso sectores de clase media o pobre urbana han mejorado, eso es cierto, no se puede negar. Pero también es cierto que las poblaciones más alejadas, con economías mucho más pobres, no tienen ayuda, son marginadas y lo sienten".
"¿Qué ha pasado con las elecciones actuales? Que estamos ante una nueva emergencia de los sectores populares marginados, que dan un campanazo. Tocan la campana de alerta, muestran que hay problemas. Ya no estamos hablando solamente de dos líneas políticas, sino de dos situaciones: la de quien está acomodado y está situado y está asegurado por el sistema y la situación de quien está marginado, sufre muchísimo por conseguir alguna posibilidad de recursos y está en una crisis humana porque no puede tener acceso a internet, educación, a la integración, al respeto como ciudadano o ciudadana, y ahora la situación ha empeorado con la pandemia", reflexionó el arzobispo.
En este marco, el arzobispo recordó una gran paradoja: en las elecciones de 2016 Keiko Fujimori también perdió por apenas 40 mil votos ante Pedro Pablo Kuczynski, pero no se desató la tormenta que hay ahora: "No es comprensible que se rechace la victoria por la misma cantidad de votos de alguien que viene del margen y de origen popular, pero que sí se acepte al que gana con el mismo margen, pero de origen europeo como Kuczynski... No se puede hacer un gran ruido, es una cosa grave, incluso amoral, que en un país donde no se escucha a la mayoría de la población, el signo interpelador que se nos presenta, no se acepte", dijo.
Finalmente, no ocultó su temor de que si sigue retrasándose la proclamación de Castillo y se llegue al 28 de julio –fecha patria en la que normalmente debería asumir el mandatario electo-, el nuevo presidente del Congreso pueda anular las elecciones. "Hay sectores a los que ya no les parece interesarle quién sea el elegido o la elegida. Lo que les interesa es crear un miedo enorme para dar vuelta al sistema y eso sí es grave. Y la Iglesia en este sentido reafirma la importancia de fortalecer la democracia y que todos los canales sean respetados", concluyó. (Información Diario La Nación. Argentina)