Ciudad de México.- En un momento difícil de la historia de la humanidad, "un tiempo más de preguntas que de respuestas", el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, ha convocado a todos los obispos del país a buscar y crear condiciones para un "diálogo sinodal entre todas las diócesis del país y con los ciudadanos, para encontrarnos y platicar de los grandes temas y preocupaciones nacionales y locales en un sano equilibrio pastoral".
En su mensaje inaugural de la 109 Asamblea Plenaria de la CEM, Cabrera reflexionó sobre los inmensos retos que ha instaurado la pandemia de COVID-19 en el mundo entero. Afirmó que la pandemia es una 'experiencia des-estructurante' cuyas "consecuencias son y serán visibles en todos los aspectos de la vida de las personas y en todos los sectores de la sociedad".
La propia asamblea de obispos se realiza de manera virtual e interconectada mediante dispositivos y plataformas digitales; Cabrera pidió que estos recursos se utilicen como 'puentes' para atender con esperanza ante "las sombras del desaliento, del temor y del desasosiego [que] nublan nuestros horizontes, y pareciera que el final del túnel se encuentra aún muy lejos".
"Como promotores de esperanza que debemos ser, estamos llamados a transmitir paz y tranquilidad no sólo a nuestros fieles, sino a un país que se debate en medio de la polarización y la incertidumbre", exclamó el arzobispo.
Cabrera también recordó que los obispos de México han puesto en su Proyecto Global de Pastoral 2031+2033 una serie de compromiso a corto, mediano y largo plazo: "Definimos como emergencias pastorales la situación de los jóvenes, los migrantes y los sacerdotes y nos encontramos en el camino con tres desafíos: el kerygmático-místico que impulsa nuestro compromiso evangelizador, el comunitario-sinodal que nos anima a vivir la comunión y el ético- moral que nos mueve a reconstruir el tejido social. Hoy ante la pandemia y orientados por nuestro Proyecto, seguimos comprometidos más que nunca a dar los pasos para ser una Iglesia Pueblo, misionera y evangelizadora".
Para la presente Asamblea Plenaria, Cabrera aseguró que los obispos se enfocarán en mirar "esta realidad de la crisis sanitaria, así como la situación de la pobreza, la economía, la educación, el cuidado de la casa común, la cultura democrática y la construcción de paz" y pidió a los pastores a dejarse inspirar por las palabras del papa Francisco: "Una vez más el Papa nos invita a soñar y seguir adelante, de la misma manera que como nosotros lo hemos hecho en nuestro PGP: Esperamos unos nuevos cielos y una nueva tierra, en los que habite la justicia".
Cabrera hizo votos por que la presente asamblea de obispos esté motivada bajo tres pensamientos: 'Soñar con ser mejores hermanos, mejores ciudadanos y mejores pastores': "Es normal que tengamos nuestras diferencias, pero ellas nos pueden enriquecer y unir, mucho más que empobrecernos y dividirnos. Dialoguemos en esta semana, aprovechemos la oportunidad de encontrarnos aunque sea de manera virtual, seamos capaces de escuchar nuestros argumentos e inclusive, nuestras críticas... No podemos olvidar que somos ciudadanos, que tenemos obligaciones civiles como las tienen nuestros fieles laicos, y que debemos ser ejemplo en el cumplimiento de las normas que nos afectan a todos".
El arzobispo concluyó su mensaje con una extensa convocatoria al diálogo: "Dialoguemos entre nosotros y escuchémonos tratando de comprender nuestras razones, fundamentadas muchas veces en nuestras historias y circunstancias personales. Dialoguemos con la sociedad, que ofrece una parte de esa sinfonía y ese poliedro que conforman la verdad. Dialoguemos con nuestro sacerdotes, quienes muchas veces nos sienten distantes y lejanos. Dialoguemos con nuestros fieles, que necesitan desahogarse y escuchar de nosotros palabras de aliento y esperanza. Pero, sobre todo, dialoguemos en la oración permanente con Dios Nuestro Señor, con su Espiritu, para que nos ilumine y fortalezca en medio de estos días tan difíciles".
"Como obispos, sin perder la atención de lo urgente, es tiempo en este año 2021 que promovamos con ayuda de nuestras comisiones y dimensiones, encuentros de diálogo sinodal entre todas las diócesis del país y con los ciudadanos, para encontrarnos y platicar de los grandes temas y preocupaciones nacionales y locales en un sano equilibrio pastoral. Convoquemos por ahora virtualmente, pero donde se pueda y con cuidado hagámoslo de manera presencia".
MENSAJE DE APERTURA CENTÉSIMA NOVENA ASAMBLEA PLENARIA DE LA CEM. ROGELIO CABRERA LÓPEZ