Ciudad de México.- Renovación, conversión y ‘un arte de la cercanía’ fueron las ideas centrales del mensaje del nuncio apostólico en México, Franco Coppola, ante los obispos mexicanos que celebran su 109 Asamblea Plenaria: “Pienso que debemos mirar más el ejemplo que nos da el papa Francisco… miremos y aprendamos de sus gestos, actitudes y acciones: de su cercanía y sencillez y de su empeño por romper barreras”.
Al citar al papa Francisco, Coppola reflexionó junto a los pastores católicos: “No podemos mirar para el costado y hacernos los distraídos de lo que pasa a nuestro alrededor; es más, estamos llamados a hacernos prójimos de todos y de todas las situaciones en nombre de esa solidaridad que nace de la compasión del Señor. Él fue el primero en hacerse hermano y no le huyó a ninguna situación... nosotros queremos seguirlo, ser sus discípulos”.
El nuncio hizo una larga disertación sobre los retos que implica el contexto pandémico en este siglo XXI y pidió que no se sucumba ante “la tentación de pensar la normalidad como una vuelta al pasado” y afirmó que “de una crisis no se sale igual; podemos salir mejores o peores, pero nunca iguales”.
Lamentó que la crisis actual tenga la capacidad de amplificar ‘las injusticias existentes a las que nos habíamos acostumbrado’ pero convocó con la reflexión del pontífice:
“Más que el temor a equivocarnos, espero que nos mueva el temor a encerrarnos en las estructuras que nos dan una falsa contención, en las normas que nos vuelven jueces implacables, en las costumbres donde nos sentimos tranquilos, mientras afuera hay una multitud hambrienta y Jesús nos repite sin cansarse: ¡Denles ustedes de comer!”
Coppola abogó por un “cambio [que] debe darse también en nuestra vida de Iglesia” y puso como ejemplo al propio Francisco: “Él, desde su elección renunció a vivir aislado en el Palacio Apostólico para convivir con los sacerdotes que colaboran con él en la Curia Romana; al final de la celebración eucarística de cada día, saluda a todos los fieles, escuchándolos uno a uno; nunca falta a sus citas de oración personal con el Señor cuando se levanta cada mañana, antes de celebrar la Misa y al final del día, antes de cenar”. Y recordó las palabras del Papa en su viaje a Macedonia: “Nadie puede pelear la vida aisladamente… Solos se corre el riesgo de tener espejismos, en los que ves lo que no hay; los sueños se construyen juntos”.
MENSAJE ÍNTEGRO DEL NUNCIO APOSTÓLICO EN MÉXICO, FRANCO COPPOLA.