Ciudad de México.- Como cada año, aun en pandemia de Covid-19, miles de fieles católicos llegan a la Iglesia de San Hipólito y San Casiano para agradecer a los favores recibidos por San Judas Tadeo, santo de los imposibles.
Provenientes de todo el Valle de México, desde la madrugada del jueves 28 de octubre, miles de feligreses han ingresado al recinto para agradecer a Dios los favores recibidos por la intercesión del apóstol Tadeo.
Los fieles han participado de las misas que la comunidad de religiosos claretianos han celebrado en este día especial y, durante la misa de mediodía, presidida por el Vicario Episcopal, el P. Arturo Barranco, éste invitó a reflexionar sobre las palabras de Jesús a sus seguidores: '¿Qué quieres que haga por ti?'
"Esta frase está muy fresca hoy en día; hemos venido muy de lejos, traemos muchas necesidades, traemos muchas peticiones, pero también traemos el agradecimiento de Dios. Y tal vez nos ha costado trabajo llegar, ciertamente teníamos la incertidumbre de estar hoy, pero aquí estamos frente al Señor porque san Judas es nuestro gran intercesor", dijo Barranco.
"El Señor sabe lo que necesitamos y lo que tenemos; si estamos en paz, esperanzados o agradecidos. Pero necesita que se lo expresemos. Es muy ilustrativo cuál es la respuesta del ciego tras recuperar la vista: Comenzó a seguir a Jesús. Ojalá -concluyó el sacerdote- que al pedirle o responderle a su pregunta sobre qué queremos que Dios haga por nosotros y que el Señor nos lo conceda, nos convirtamos en verdaderos seguidores". Seguidores de Cristo como los apóstoles, como Judas Tadeo, quien fue llamado por su nombre: "Ser seguidor significa transformase", dijo.
El 28 de octubre, día grande para San Judas Tadeo, las personas que lo visitan tienen que hacer largas filas para poder ingresar al templo. Y aunque el fenómeno devocional al santo de las causas imposible es relativamente moderno (apenas a finales de los años noventa comenzó a crecer la devoción) la historia del recinto se remonta a 1520.
Se cuenta que, tras la derrota del ejército de Hernán Cortés y la alianza indígena subuygada por el imperio mexica en la batalla conocida como 'De la noche triste', Cortés y Juan Garrido prometen construir una capilla en el sitio que les permitió salvar la vida. Al inicio se le conoció como Ermita de los Mártires pero, al conquistar México-Tenochtitlán en 1521, los españoles deciden dedicar un templo allí y ponerlo bajo la protección de los santos Hipólitos y Casiano, que ese 13 de agosto se celebraba su santoral.
"El 13 de agosto ocurrió la caída de Tenochtitlan, y en esa época con frecuencia la victoria militar suscita la elección de los primeros santos patronos", escribe Pierre Ragon en su artículo 'Los santos patronos de las ciudades del México central'.
En 1599 se comenzó a construir la iglesia sobre la ermita y se terminó casi 150 años después, ya en el siglo XVIII.
Desde hace casi treinta años, el fenómeno de fieles que acuden cada 28 de octubre a San Hipólito requiere que los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana realicen operativos para garantizar la seguridad de los devotos; así como cortes viales sobre avenida Hidalgo donde se ubica la iglesia.
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(Información Siete24.mx / Norma Pérez e Israel Lorenzana)