Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.- En una dura crítica contra el sistema político mexicano, el arzobispo de Tuxtla Gutiérrez, Fabio Martínez Castilla, aseguró que aún persiste un sistema político que se aprovecha de la gente pobre para mantener sus propios privilegios.
El arzobispo exhortó a los partidos políticos a dejar de usar la pobreza como la riqueza "porque la han convertido en fuente para tener poder, pero a la gente, les pido que despierten para que no se dejen engañar".
Pidió además a los fieles que, en tiempos electorales, la gente no se deje engañar "por espejitos" y a los buenos políticos les pidió que olviden intereses personales pues: "Buscando los intereses personales olvidamos por el bien común, aunque no ayuden al progreso del país, y que no sea el acarreo lo que siga definiendo la vida política".
Dijo también que gastar el dinero público en el acarreo de personas es continuar con una línea política que se aprovecha de los pobres para mantener los privilegios, cuando hoy se necesita de políticos serios que realmente resuelvan los problemas sociales.
Criticó incluso las veces en que los propios ciudadanos caen en estas prácticsas: "Nosotros buscamos a veces nuestros intereses y no votamos por el bien común, sino porque tal vez una persona me va a ayudar", pero sostuvo que es importante cuestionarse si realmente esta va a responder y apoyar al país.
En su mensaje, abogó por "despertar al bien común", a no seguir haciendo acarreos y dejar de estar gastando el dinero del pueblo en esas cosas, porque "el pueblo necesita de políticos más cercanos que escuchen el lamento del pueblo y se comprometan con ellos".
En otro orden de ideas, el arzobispo reconoció que en la Arquidiócesis de Tuxtla se han reportado, al menos, dos intentos de derecho de cobro de piso que, aunque no fueron de manera violenta, tampoco fueron atendidos por los sacerdotes a quienes se les pretendía extorsionar.
Finalmente se refirió a la Jornada Nacional de Oración por la paz en México: "Hoy culminamos esta misa con una doble intención, pidiendo por las instituciones gubernamentales de nuestro país para que se realicen mejores políticas públicas y por la conversión de los victimarios".
"Hemos experimentado un tiempo de gracia para reconstruir nuestra convivencia social tan dañada por la violencia. Hemos contemplado cómo en las diócesis de México, prácticamente en todas las parroquias, se han secundado de muchas maneras las iniciativas por la paz. También cómo el reclamo por el fin de este clima de inseguridad y violencia sigue creciendo cada vez más tumultuoso; esperamos que el compromiso por reconstruir el tejido social y por erradicar cualquier gesto violento se vaya afianzando en la conciencia de todos los ciudadanos", concluyó.