Ciudad de México.- "Ante los constantes conflictos étnicos en el mundo, nuestro país ofrece una expresión del mestizaje", reflexionó el cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes, durante la celebración del 12 de diciembre dedicada a la Virgen de Guadalupe a 491 años de su presencia entre el pueblo mexicano.
El cardenal realizó un panegírico de la presencia de la Virgen de Guadalupe en medio de los pueblos mexicanos, especialmente, por su función conciliadora entre las 'razas':
"Lo que desea Dios es la superación de las barreras étnicas, descubriendo las razas como riqueza y no como competencia. Esa es la tarea, Dios ya hizo lo suyo, ¿estamos dispuestos a hacer lo que nos corresponde para que se realice el proyecto de una humanidad fraterna y solidaria?", reflexionó Aguiar.
En su mensaje, el arzobispo afirmó que la 'naturaleza divina' donada por Dios a través de la Virgen de Guadalupe: "es herencia prometida y ofrecida a todos sin distinción de personas, de pueblos y naciones. Dios la ofrece a toda la humanidad. Pero para adquirirla es indispensable caminar en la comunión". Por ello, la presencia guadalupana es la síntesis "de la conjugación de dos razas, que han logrado ser una Nación, y una cultura que llamamos la mexicanidad, que tiene su origen en el Acontecimiento Guadalupano".
En ese sentido, el cardenal Aguiar preguntó: "Imaginemos que asumimos esta prometida herencia, ¿qué sociedad habría? Quedaría superada la rivalidad, el celo, la envidia, el sometimiento de los otros; pues esa es la sociedad que Dios quiere. Por eso, decidió que esa misma Virgen María, que le dio carne a Jesús, viniera a México, entrara en nuestra historia, desde el origen de esta nación. Para dar esa mirada materna, que transmite ayuda y consuelo. Ella ha venido para que descubramos nuestra vocación de fraternidad y vivamos como hermanos".
Ante aún miles de fieles que continuaban con su peregrinación al Santuario Mariano, el arzobispo de México espetó que "la vocación y misión de México es ser primicia de lo que Dios quiere para el resto de la Humanidad. Ante los constantes conflictos étnicos en el mundo, nuestro país ofrece una expresión del mestizaje".
Dijo que los mexicanos y los guadalupanos tienen oportunidad de "ayudar a generar esta conciencia, y a transmitir nuestra experiencia de amor a ella, para que México camine en la reconciliación, en la justicia y en la paz; y así superemos las polarizaciones y las confrontaciones, que nos dividen, y logremos edificar el México que ella desea, una sociedad que se reconoce como su familia, y convivamos como hermanos de una misma madre".
Aguiar concluyó su mensaje solicitando a la Virgen de Guadalupe que en medio "del tiempo tan desafiante que vivimos ante tanta ambigüedad y confusión de mundo actual, donde ha crecido la violencia y el odio, que nos genera sufrimientos y angustias" auxilie, ayude y acompañe al pueblo mexicano.