Tlalnepantla, Estado de México.- Como cada año, en la estrategia de la Gran Misión Católica que emprende la Arquidiócesis de Tlalnepantla, los ministros de culto, fieles católicos y el arzobispo, José Antonio Fernández Hurtado han salido a las calles de la región metropolitana para promover el diálogo por la paz y el encuentro con la vida cotidiana de los habitantes de seis municipios conurbados en el norte de la Ciudad de México.
A pleno rayo de sol, usando gafas, gorra y playera, el arzobispo Fernández ha puesto el ejemplo para los fieles católicos de salir al encuentro del prójimo y promover un auténtico diálogo horizontal "para combatir el ambiente de violenica, la inseguridad y la tristeza que algunas personas viven en el Estado de México", aseguró la oficina de prensa del arzobispado.
Fernández Hurtado, quien es el pastor metropolitano en los municipios de Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán, Huixquilucan, Isidro Fabela y Jilotzingo, considera que una de las principales preocupaciones de los habitantes de esta región es la violencia e inseguridad; por ello, ha motivado a párrocos y sacerdotes a organizar conversatorios de paz en las localidades para que "surjan iniciativas concretas y sencillas que cada persona pueda realizar con sus vecinos, escuelas y, sobre todo, en sus familias".
El arzobispo celebró una misa de envío en el día del Pentecostés y pidió a los fieles católicos a expresar en cada uno de sus ambientes que "la paz es un don de Dios, pero se tiene que ir trabajando todos los días".
Tras la celebración el arzobispo salió a las calles del centro de Tlalnepantla con una comitiva de jóvenes y adolescentes hasta llegar al mercado José María Morelos donde se encontró con los locatarios y clientes para invitarlos a participar de los conservatorios por la paz que se realizarán en la Catedral de Tlalnepantla.
Por noveno año la Arquidiócesis de Tlalnepantla realiza la Gran Misión Católica, volviendo a su modo presencial en los municipios de Tlalnepantla, Atizapán de Zaragoza, Huixquilucan, Naucalpan, Isidro Fabela y Jilotzingo, tras promover tres años una misión digital en redes sociales por no poder salir a las calles tras la pandemia ocasionada por el COVID - 19.