Córdoba, Veracruz.- En los últimos años, México ha pasado de ser un "país de tránsito" a un "país de destino" para cientos de miles de migrantes. El fenómeno migratorio no sólo ha crecido en los últimos años también han cambiado las condiciones en las que se realiza y los objetivos de las personas en condición de migración. Por ello, el obispo de Córdoba, Eduardo Carmona, aseguró que es importante que la población sea más empática con aquellos que por diversas circunstancias tienen que abandonar sus hogares para buscar una mejor calidad de vida.
Carmona destacó el reciente mensaje emitido por los obispos de la frontera México - Texas, a través del cual se piden leyes que respeten los derechos humanos básicos, señala que la migración se ha convertido en una verdadera emergencia humanitaria que requiere de soluciones concretas que privilegien la dignidad humana.
“Lo mejor sería que nadie tuviera que emigrar por necesidad, que se emigre por que se quiere, pero no porque haya una necesidad, ese es el planteamiento y va a ser siempre una constante porque sabemos que es un problema no resuelto y no bien atendido” aseguró Carmona.
Carmona insistió que en los últimos años México ya no solo es tránsito de migrantes de Centroamérica y otros países, sino que también ya es destino de ciudadanos de otros países que ven en México una oportunidad de desarrollo y crecimiento, por lo que es importante que viendo el calvario que pasan nuestros connacionales en su ruta migratoria los mexicanos seamos más solidarios con quienes llegan de otros países.
“En realidad México ya no solamente es tránsito de migrantes de Centroamérica y otros países, sabemos que vienen también de China, de la Europa Oriental, México ya es también como destino de muchos migrantes y lo que tengo que decir es que como mexicanos, conociendo cómo sufren nuestros paisanos en el norte, que seamos muy sensibles para que tratemos bien a los migrantes cuando pasan por nuestro territorio” explica.
En ese sentido señala que la Iglesia Católica se ha sumado, a través de Cáritas, ha brindado apoyo a grupos de migrantes que lo han requerido durante su paso por esta región, solidarizándose con su dolor físico y espiritual, pues dejar sus tierras y sus casas no es una decisión fácil.
Aseguró que la diócesis de Córdoba continua trabajando con el proyecto de crear una casa del migrante en la región para poder brindar una atención digna a aquellos ciudadanos que por alguna u otra razón dejan sus hogares para buscar una mejor calidad de vida.
“Sigue en pie - el proyecto de la casa del migrante - pero la verdad estamos varados, todavía no encontramos el camino exacto para poder bajar los recursos que se necesitan” comenta Carmona Ortega, quien reitera que el tema migratorio requiere de una solución urgente que respete los derechos humanos y sobre todo humanitaria.
Sobre todo cuando destaca que antes de ser migrantes, son seres humanos que por necesidad tienen que salir de su tierra para buscar una mejor calidad de vida para ellos y sus familias, por ello deben ser tratados con la dignidad y el respeto que al resto de los seres humanos.
Carmona Ortega, insiste en la importancia de ser empáticos con quienes son migrantes, pues no son criminales y requieren de nuestro auxilio para poder continuar su camino hacia su destino.