Piedras Negras, Coahuila.- El obispo de la diócesis fronteriza de Piedras Negras, Alfonso Miranda Guardiola, lamentó la implementación de las políticas anti migratorias del presidente norteamericano, Donald Trump; en participar por el cierre del programa CBP One (United States Customs and Border Protection-One), el mecanismo digital originalmente lanzado para agilizar el tránsito comercial fronterizo pero que durante la administración de Joe Biden se amplió para que los migrantes solicitaran asilo en los Estados Unidos comprobando condiciones de violencia, pobreza o persecución.
Desde el primer minuto del inicio de la administración trumpista, el CBP One fue suspendido y, con ello, más de 270 mil migrantes quedaron 'varados' automáticamente en México. Ante esta situación, el obispo Miranda Guardiola se solidarizó con los cientos de miles de personas que se encuentran en las fronteras esperando una cita que ya no ocurrirá:
"Nos unimos a la tristeza y desilusión de todos aquellos hermanos y hermanas migrantes que se han visto afectados por el cierre del programa CBP One. Como Diócesis de Piedras Negras, entraremos en contacto con la Presidencia Municipal de Acuña, para ofrecer nuestro apoyo, a los centros de atención a deportados que ha preparado el Municipio, y ofrecer nuestra ayuda en la recolección de alimentos, agua, cobertores, chamarras para ellos, y atención espiritual si nos es permitido", adelantó.
El obispo también afirmó que la diócesis de Piedras Negras continuará ofreciendo ayuda directamente a los migrantes a través de las instalaciones de la Casa y Comedor de Frontera Digna.
"Estamos preparándonos para actuar, en caso de ser necesario, también en Allende, Nueva Rosita y Sabinas a través del servicio que ya se ha ofrecido regularmente a través de las parroquias en esos municipios. Seguimos en estado de alerta para brindar nuestro apoyo humano y espiritual a quien lo necesite".
Finalmente, el obispo Alfonso Miranda pidió a los católicos y fieles creyentes a no dejar de "encomendar a nuestros hermanos y hermanas migrantes, y deportados, a María santísima, Refugio de ellos, y confiamos en Dios nuestro Señor por su bien, el de sus familias y el de todos nuestros pueblos".