Ciudad de México.- El nombramiento de tres obispos auxiliares para la Arquidiócesis de México fortalece el Consejo Episcopal y el primer grupo de colaboradores del cardenal arzobispo, Carlos Aguiar Retes; un refuerzo necesario ante los grandes desafíos que plantea la megalópolis capitalina.
Según apunta el portal Agencia Católica de Noticias (ACN), los tres obispos nombrados el sábado 25 de enero por el papa Francisco coinciden en su deseo de colaborar para atender los desafíos pastorales de la Ciudad y comparten la perspectiva de un horizonte complicado para la Iglesia capitalina.
Un religioso, un sacerdote de Monterrey y uno del clero capitalino conforman el grupo episcopal que será ordenado el próximo 19 de marzo por el cardenal Aguiar, y que se sumarán a los obispos auxiliares Carlos Samaniego y Salvador González. Todos coincidieron en la sorpresa con la que fueron llamados a la Nunciatura para ser propuestos como obispos auxiliares.
Francisco Daniel Rivera Sánchez, originario de Guadalajara y hasta ahora superior general de los Misioneros del Espíritu Santo, espera tener oportunidad de acercarse a los sacerdotes de la Arquidiócesis de México. Aseguró que en breve se runirá con el arzobispo Aguiar para que indique cuáles serán las tareas encomendadas en la ciudad. Por su parte compartió que ansía trabajar con el clero "en una renovación de la figura sacerdotal; que seamos más entregados, más santos, que seamos realmente portadores del Evangelio".

El también obispo electo para México, Héctor Mario Pérez Villarreal, comenzará su mudanza a la capital luego de dejar sus responsabilidades en la Arquidiócesis de Monterrey donde era comisionado para la Administración de los Bienes de Dios.
"Será un reto aprender a colaborar con don Carlos Aguiar. Nunca he trabajado con él, yo espero poder colaborar de una manera que pueda servir para que los proyectos sigan adelante y mantenerme fiel a esta nueva misión", comentó el obispo electo nacido y formado en Monterrey .

Finalmente, el obispo electo Luis Manuel Pérez Raygoza es quien asumirá la responsabilidad episcopal con más certeza del caminar de la Iglesia de la Arquidiócesis de México. Pérez Raygoza ya es uno de los más cercanos colaboradores del cardenal Aguiar como vicario episcopal y canónigo de la Catedral de México por lo que consideró que su misión inmediata será "asimilar las implicaciones del llamado al episcopado".
"Significa una desafiante oportunidad de continuar sirviendo a mi amada iglesia arquidiocesana ahora a través del ministerio episcopal".

Los tres obispos electos vivieron con gozo, gratitud y cierta dosis de temor su nombramiento; en palabras de Pérez Raygoza: "el episcopado es un regalo que hay que agradecer; pero también es una responsabilidad, por la que hay que temblar, porque es mucha y es grande. Vamos a requerir de la gracia de Dios para cumplirla". (Con información de Agencia Católica de Noticias)