León, Guanajuato.- El semanario de la Arquidiócesis de Guanajuato, Gaudium, ha dedicado una edición de sus contenidos para presentar "una propuesta educativa... colegios y profesores se han esmerado en este momento tan singular y nos ofrecen la educación a distancia, siempre y cuando ésta sea atractiva y el alumno logre adquirir los conocimientos que a este ciclo escolar corresponden" y nombra a ocho protagonistas sociales para responder ante esta propuesta.
La Iglesia metropolitana en el bajío mexicano aseguró que la educación "se ha convertido en un gran reto" para los directivos de los colegios así como para las familias en general, porque las clases impartidas en la modalidad virtual, a distancia no dejan de ser algo tan novedoso como complicado.
Gaudium afirma que la pandemia ha puesto una serie de desafíos que son "realidad desbordante" para la educación y para todos los actores del sector entre los que identifica ocho protagonistas: la propia persona, la familia patrimonio de la humanidad, las instituciones educativas, la sociedad, el maestro, los medios de comunicación, la Iglesia, y el Estado representado en los gobiernos de diferentes niveles.
La Arquidiócesis de León recupera el texto de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) denominado 'Educar para una Nueva Sociedad, reflexiones y orientaciones para a educación en México' y recuerda que fue elaborado como "una guía eficaz para los retos que en este momento concreto nos presenta nuestra realidad social".
En aquella guía, la Iglesia aseguraba que "el corazón de la educación está en cada persona que está dispuesta al encuentro y a la apertura" y que la base más importante de la educación es la familia: "Se trata de la primera escuela de la vida donde se aprenden las virtudes personales y sociales y desde donde se orienta la persona hacia el respeto a los demás, el amor a la propia vida y a Dios".
Pienn a las instituciones educativas a orientar su servicio en la humanización para desarrollar "plenamente el pensamiento, la vida afectiva y en general todas las capacidades de la persona".
"Su misión es cultivar con asiduo cuidado las facultades intelectuales y afectivas, desarrollar la capacidad del recto juicio, introducir en el patrimonio de la cultura conquistado por las generaciones pasadas, promover el sentido de los valores, y preparar a la vida profesional".
La Iglesia hace un llamado a los maestros para que, no sólo comuniquen "una serie de datos fríos e impersonales del conocimiento humano", sino que orienten a sus alumnos hacia la verdad tanto con su vida como con su enseñanza.
También exhortaron a "una de las principales influencias educativas de los jóvenes" que son los medios de comunicación, a la propia Iglesia católica y a las autoridades civiles: "El Estado debe reconocer el aporte que las religiones realizan al desarrollo de la nación desde el punto de vista de la dignidad de la persona humana y el bien común. Esto tiene una implicación directa en el tema de la legítima libertad educativa y en el reconocimiento de la libertad religiosa".