Nuevo Casas Grandes, Chihuahua.- Ante la incorporación de un nuevo análisis en la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) orientada a cuestionar la diginidad de la vida humana en el estado de Nuevo León, el obispo titular de la Dimensión Episcopal para la Vida, Jesús José Herrera Quiñonez, alertó a los ministros y a toda la sociedad que, invalidar los artículos constitucionales que protegen el derecho a la vida del ser humano es ceder a una cultura de descarte.
"Se ha conocido que en fechas próximas la SCJN prevé analizar una acción de inconstitucionalidad relacionada con el derecho humano a la vida en la constitución de Nuevo León... debemos recordar que es un falso dilema contraponer los derechos de la madre y el derecho a la vida del hijo en su vientre", explica Herrera.
A través de un comunicado, el obispo recordó las palabras del papa Francisco sobre este tema: "Es triste ver cuán simple y conveniente se ha vuelto, para algunos, negar la existencia de la vida como solución a problemas que pueden y deben ser resueltos tanto para la madre como para el niño no nacido"; y también lamentó que, ante el mismo debate, en meses pasados, los ministros de la SCJN ya habían relativizado el derecho a vivir a los menores en el vientre de sus madres:
"Hace pocos meses, la Corte ya había analizado otro asunto similar... el fallo de la Corte fue contra del derecho humano a la vida... se escuchó que la argumentación de los ministros se basaba en un supuesto conflicto entre el derecho humano a la vida del hijo en el vientre de su madre y los derechos de ésta para su proyecto de vida".
Herrera apunta en su mensaje que la "única aproximación justa y ética" implica la protección en todas las leyes civiles tanto a la mujer embarazada como a su hijo en gestación "con la misma humanidad y solidaridad... pues ambas vidas tienen igual dignidad y merecen el mismo respeto y protección".
En el comunicado, el titular de la Dimensión Episcopal de Vida hace un exhorto a la sociedad y en particular a los ministros de la Suprema Corte "a que reconozcan plenamente el derecho a la vida sin discriminación, antes o después de nacer, sin regresiones ni condiciones injustas, y sin caer en una lógica de la cultura de descarte".
Finalmente, hace una invitación a todas las estructuras intermedias de la sociedad a un Acuerdo Nacional a Favor de la Mujer y de la Vida "que proteja de forma equivalente a la madre y al hijo en toda circunstancia".
"El aborto siempre quita la vida a un hijo y deja a una madre sin su hijo. Recuperemos la capacidad de mirar y acoger con plena solidaridad y humanidad a todos", concluye su mensaje.