Ciudad de México.- Colectivos sociales y orgnizaciones religiosas participaron en la "Peregrinación por la Vida, por la Paz y contra la Violencia" en donde clamaron por una "reconstrucción de la paz" y solicitaron al Estado mexicano a "garantizar la seguridad, impartir justicia por encima de la impunidad y de la corrupción, y la sociedad en su conjunto determinará el momento para el perdón y sí es posible para la reconciliación".
Antes del mediodía del 5 de julio, un contingente de medio centenar de personas marchó desde la Estela de Luz hacia la Glorieta del Ahuehuete (exglorieta de la Palma) liderados por el ministro anglicano Arturo Carrasco; los manifestantes repudiaron los acontecimientos de junio en Cerocahui donde resultaron asesinados dos jesuitas, un laico y otros pobladores fueron secuestrados. También se conmemoró el primer aniversario de Simón Pedro, agente pastoral y líder comunitario, en Chiapas.
El colectivo comenzó a reunirse hacia las 10 de la mañana con pancartas, fotos de desaparecidos y memoriales de víctimas. El sacerdote Carrasco explicó a los medios que la movilización responde a la necesidad de expresar a las autoridades civiles el descontento con el clima de inseguridad que vive el país también para promover el perdón y la reconciliación como parte de la restauración del tejido social.
"Es necesario un gran diálogo nacional dónde la voz de las víctimas sea priorizada para hacer los ajustes necesarios: Yo no creo que con más violencia se pueda controlar", afirmó.
Los manifestantes también solicitaron que las autoridades civiles no entren en conflicto con las asociaciones religiosas en México; toda vez que estas últimas son espacios donde se asiste a la ciudadanía víctima de las diferentes violencias que cunden en el país. Por ello, pidieron que se proteja y apoye a los ministros de culto de las diferentes asociaciones religiosas: "Es necesario cuidar a los párrocos y a las iglesias porque la delincuencia ya rebasó todo... Pedimos que protejan a la Iglesia, porque si ya nos arrebataron a nuestros familiares, que no nos arrebaten nuestra fe", afirmó una de las participantes.
Al finalizar la marcha, el contingente escuchó el posicionamiento de Iglesias por la Paz respecto a la violencia en México: "Los recientes asesinatos son muestra de la falta de valores, sensibilidad y pérdida de respeto por la vida, pero también evidencia la apropiación del territorio que ha logrado la delincuencia, confiando en los altísimos niveles de impunidad", dijo Carrasco en nombre de la movilización.
La movilización sucedió un día después de que la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM) y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús (Jesuitas) convocaran a una Jornada de Oración por la Paz ante la ola de violencia el próximo 10 de julio.
El colectivo informó que se realizaron actividades paralelas en Sinaloa, Sonora, Veracruz, Estado de México y Coahuila gracias a la convocatoria de los grupos Iglesias por la Paz, Observatorio Eclesial, el Centro de Estudios Ecuménicos, el Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los Pueblos de América Latina (SICSAL), la Iglesia Anglicana de México, el Pueblo Creyente de la Zona Sureste, la Iglesia Luterana del Buen Pastor, Cristianos Comprometidos, y Mujeres para el Diálogo.