Ciudad de México.- En el atrio de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe ha dado inicio el programa conjunto entre el Gobierno federal y la Iglesia católica: "Sí al Desarme, Sí a la Paz"; como un espacio en el que se promueve el desarme voluntario entre la población.
Se trata de una de las primeras acciones de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, en acuerdo con la Iglesia católica orientado a disminuir los índices de violencia en el país.
En el atrio de la Basílica, la mandataria federal estuvo acompañada por los religiosos Efraín Hernández, rector de la Insigne Basílica de Guadalupe; Salvador González, obispo auxiliar de la Arquidiócesis de México, y Héctor Pérez, obispo auxiliar de México y secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
Sheinbaum Pardo dio un especial agradecimiento "a los representantes de la Iglesia católica, a las autoridades. De verdad, muchas gracias por compartir este gran programa" y declaró su convicción por la pacificación de México: "Lo que haga falta por llevar seguridad, paz a cada rincón de cada lugar, de cada municipio, de cada estado de nuestro país".
En el evento, la presidenta expuso cuatro ejes fundamentales de su estrategia de seguridad. Por ello, dijo que el programa de desarme corresponde a la atención a las causas:
"¿De qué sirven las armas? Las armas es un símbolo de la violencia, es un símbolo de la muerte; armadas están las Fuerzas Armadas, pero no queremos que tenga un arma ninguna familia y menos si sabemos que alguien está dedicado a la violencia o que se ha acercado a un grupo delictivo", dijo.
El compromiso del programa consiste en que, sin investigar a nadie, si hay un arma en el hogar, se entregue: "se reciben recursos económicos a cambio y el arma se destruye. Ese es el objetivo de este programa, desarmar, que no haya armas en nuestro país", aclaró Sheinbaum y sugirió también que los menores de edad tampoco tengan juguetes bélicos, por lo que el programa también considera el cambio de pistolitas y demás por juegues didácticos.
"¿Para qué enseñar a nuestros hijos o a nuestras hijas algo que tenga que ver con la violencia?" cuestionó la presidenta.
De esta forma, este emblemático recinto sagrado, visitado por más de 20 millones de personas al año, se convirtió en un espacio que "busca fomentar la pacificación en México", a través del canje voluntario y anónimo de armas por dinero en efectivo.
El objetivo del programa pretende promover la paz en los hogares, además desde los espacios que hacen comunidad como las iglesias. Durante la apertura del programa, la titular de la Secretaría de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, destacó la importancia de esta iniciativa: "El programa cuenta con el respaldo de la Secretaría de la Defensa Nacional, los gobiernos locales y diferentes denominaciones religiosas. De esta forma los atrios de templos, incluida la Basílica de Guadalupe, serán lugares clave para la ejecución de esta estrategia".
Por su parte, Efraín Hernández Díaz reconoció que México "necesita vivir en paz y, sin duda, nuestras autoridades están haciendo bien su trabajo. Gracias. Este es un día histórico porque la presencia de la ciudadana presidenta de México nos da testimonio de su preocupación y de su interés de llevar a México a esta condición de unidad, solidaridad y paz".
El titular del recinto que custodia el sagrado manto con la imagen de la Virgen de Guadalupe invitó a reconstruir el tejido social entre todos los sectores: gobierno, iglesia y sociedad.
Finalmente, la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, destacó que la política de atención a las causas, el fortalecimiento de la Policía en la capital del país, la coordinación interinstitucional, así como esta estrategia de desarme voluntario, logró la disminución de delitos de alto impacto del 57 por ciento, de 2019 a 2024.
Reconoció que es un modelo que obtuvo estas cifras gracias a la hoy presidenta Sheinbaum, al mando en la CDMX, así como a la hoy secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, y el de Seguridad a nivel federal, Omar García Harfuch, y destacó que este modelo ahora se replique a escala nacional: "Cada arma canjeada en este proyecto representa un delito menos en el país, una vida salvada, una familia que no pierde a un ser querido o una lesión menos, un feminicidio menos".
En el programa, los adultos podrán llevar armas de fuego para entregar a la SEDENA, la cual indica que no se centrará en cuesionamientos sobre su procedencia o su uso previo; sino sólo en favorecer que dichas armas no estén en hogares o en la calle. Además, los niños también podrán participar al intercambiar juguetes bélicos por juguetes educativos. Según las autoridades, esta acción fomentaría un ambiente de aprendizaje y valores desde la infancia.
Las autoridades civiles adelantaron que este programa se extenderá con líderes de las distintas denominaciones evangélicas y de otras Iglesias que quieran ser parte de esta estrategia nacional por el desarme "para que nos ayuden a convencer a las personas que es un verdadero peligro tener un arma de fuego en sus hogares, porque se pone en riesgo la vida y la salud de todas y de todos. Las armas de fuego no resuelven conflictos, los agravan".