Reynosa, Tamaulipas.- El obispo de Matamoros-Reynosa y responsable de la Dimensión Episcopal de Pastoral de Movilidad Humana, Eugenio Lira Rugarcía, exhortó a las comunidades católicas de México a "ser testigos de esperanza" para los migrantes ante los retos que supondrán las políticas de la administración del presidente norteamericano, Donald Trump.
A través de un mensaje pastoral, el obispo Lira reconoció que los católicos de México "acogemos y acompañamos a los migrantes en las distintas casas, comedores y lugares de atención, tanto en el sur, como en el centro y el norte de la República Mexicana y que conformamos la Pastoral de Movilidad Humana".
Adelantó que las organizaciones de atención humanitaria están "fortaleciendo nuestros vínculos y nuestra comunicación a fin de estar atentos a la situación local, nacional e internacional, y responder lo mejor posible a los retos en materia de migración, deportación de migrantes y solicitantes de refugio".
Ante lo que el presidente Trump advertía como ejes de su política migratoria (suspensión de recibimiento de migrantes y refugiados, deportación masiva de indocumentados y militarización de su frontera sur), el obispo encargado de la pastoral migratoria en México instó a la grey y a las organizaciones de asistencia a mantener la cálida recepción de los migrantes en sus instalaciones: "brindándoles hospedaje, alimento, ropa y artículos de aseo personal; apoyo en el cuidado de su salud física, emocional y espiritual; contactarlos con sus familiares; ayudarlos en la obtención de los documentos que requieran; acompañarlos en los trámites legales que necesiten realizar, así como en el acceso a la educación, al reconocimiento de competencias y a la bolsa de trabajo".
Por ello, pidió a todas las instancias eclesiásticas católicas del país a solidarizarse con este esfuerzo: "Pongámonos en el lugar de nuestros hermanos migrantes y de aquellos que son deportados; al tiempo de sufrir la separación de su familia, el desarraigo y el desmoronamiento de años de sacrificios, de trabajo y de sueños, experimentan un enorme dolor, un profundo temor y una terrible incertidumbre".
"Si bien somos conscientes de nuestras limitaciones ante los retos que se avecinan, estamos dispuestos, desde nuestra identidad cristiana-católica y de acuerdo a nuestras posibilidades, a sumarnos a los esfuerzos de las autoridades federales, estatales y municipales, así como de las organizaciones religiosas y civiles, convencidos de que, unidos, podremos enfrentar mejor la situación para ofrecer a los migrantes, deportados y solicitantes de refugio un mejor servicio, respetuoso de su dignidad y de sus derechos, garantizando su seguridad..."
Lira Rugarcía también agradeció a las instancias católicas norteamericanas, especialmente al Episcopado Católico de los Estados Unidos y al obispo Mark Seitz, presidente del Comité de Migración de la Conferencia Episcopal.
Finalmente pidió la oración de los fieles por los migrantes y sus familias: "Oremos por ellos y ofrezcámosles el apoyo material que requieren, procurando al mismo tiempo integrarlos a la comunidad".
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