Paris, Francia.- Los efectos de la publicación del informe de la Comisión Independiente de Investigación de Abusos Sexuales en la Iglesia de Francia (CISAE) no paran; las autoridades civiles del país galo han expresado su preocupación por que el 'secreto de confesión' sea un mecanismo de protección y encubrimiento de abusos sexuales cometidos por ministros de culto.
Sin embargo, las autoridades eclesiásticas (las que hicieron públicos sus propios archivos que condujeron a la transparencia de la grave situación de abuso) consideran que los principios de libertad religiosa garantizan el derecho al secreto de confesión.
El pasado 5 de octubre fue publicado el informe sobre abusos sexuales cometidos por religiosos y laicos en Francia durante los últimos 50 años; los datos produjeron un vértigo de vergüenza en la Iglesia católica pues más de 330 mil víctimas habrían sido violentadas por más de tres mil ministros de culto y cientos de fieles laicos cooperadores de parroquias y oficinas diocesanas.
El informe de la CIASE incluyó 45 medidas que la Iglesia gala podría adoptar para enfrentar el clamor de las víctimas y para prevenir que tales tipos de abusos ocurran en las instancias eclesiásticas; en una de ellas, se hacía referencia al secreto de confesión para que -respetando los principios legales y canónicos- dicha práctica no sea contraria a la denuncia de delitos en caso de abusos a menores o personas vulnerables.
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Algunos grupos han intepretado esto como la necesidad de abolir el secreto de confesión; sin embargo, el propio presidente de la Conferencia Episcopal Francesa, Eric de Moulins-Beaufort, explicará a las autoridades del Ministerio de Interior de Francia cuáles son los límites legales y canónicos inviolables del secreto de confesión.
"Será una oportunidad para que el ministro del Interior recuerde que hoy, el secreto de confesión, impuesto a los sacerdotes por el derecho canónico, no es contrario a la ley".
Moulins-Beaufort, arzobispo de Reims, ha insistido en que el secreto de la confesión es reconocido por la República Francesa: "Es un honor de la República Francesa respetar así la dignidad de la conciencia de cada persona", indicó.