Ciudad del Vaticano.- La sala de prensa de la Santa Sede confirmó que este 2022 el papa Francisco regresará a África para visitar a las comunidade cristianas de la República Democrática del Congo y de Sudán del Sur.
La planación de este viaje contempla que el pontífice acuda a las ciudades de Kinshasa y Goma, en el Congo, entre el 2 y el 5 de julio. Kishasa es la capital de la República y Goma es una ciudad portuaria sobre el Río Congo; ambas localidades ubicadas en la zona occidental de la masiva nación africana.
En Sudán del Sur, joven nación en proceso de superar conflictos bélicos internos, el Papa sería recibido por los líderes del Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán en la capital Yuba del 5 al 7 de julio. Y aunque no hay detalles aún sobre la agenda del papa Francisco en ambas naciones africanas, es predecible que tanto en el Congo como en Sudán del Sur, el pontífice reitere llamados a la paz y fraternidad entre hermanos, la condena de los neocolonialismos de explotación de recursos, los desplazamientos humanos, el re y destaque los valores de la caridad y el bien común como factores de bienestar entre las comunidades afectadas por políticas de exclusión y corrupción.
El noveno y décimo paises africanos que visita Francisco representan un viaje delicado por las guerras civiles que no han dejado de afectar a grandes porciones de habitantes, comunidades, etnias y sectores religiosos:
El cardenal azobispo de Kinshasa, Fridolin Ambongo, reaccionó de la siguiente manera a la noticia de viaje: "La visita del papa es un regalo inestimable a nuestro país, a nuestro pueblo, que atraviesa momentos difíciles".
La República Democrática del Congo tiene cerca de 90 millones de habitantes; la amplia mayoría tiene una identidad cristiana con un 40% de católicos y un 35% de protestantes y otras iglesias cristianas.
"El papa Francisco viene a reavivar la esperanza del pueblo congoleño, que necesita paz, seguridad y bienestar", anheló el arzobispo Marcel Utembi Tapa, presidente de la Conferencia Episcopal del Congo.
El último pontífice en acudir a la capital Kinshasa fue Juan Pablo II en agosto de 1985; en aquel entonces, la nación africana se llamaba Zaire y estaba gobernada por el polémico Mobutu Sese Seko, quien ha sido calificado como un dictador.
La visita del Papa a Sudán del Sur se enfocará a la capital Yuba, donde se han realizado los mayores esfuerzos para la paz y la reconciliación de los grupos escindidos del Movimiento de Liberación que alcanzó la independencia de la nación en 2011 y organizaciones golpistas movilizadas por otros grupos de poder e incluso otras naciones.
En 2018, la Santa Sede participó directamente en las negociaciones de paz en Sudán del Sur; y en 2019, tanto el presidente de la República, Salva Kiir, y el líder opositor, Riek Machar, fueron invitados al Vaticano por el papa Francisco para vivir un retiro espiritual y arrodillado ante ellos suplicó por la paz, un gesto histórico.
El ministro de asuntos presidenciales de Sudán del Sur, Barnaba Marial Benjamin, afirmó que el pueblo sursudanés ha estado esperando durante muchos años la visita papal.
Por su parte, el arzobispo de Yuba, Stephen Ameyu Martin, aseguró que Frnacisco "viene a mostrar su solidaridad con Sudán del Sur y, si bien es cierto que su visita es de carácter religioso, también guarda una relevancia política importante".