Londres, Reino Unido.- En medio de una severa guerra que ha provocado más de 4 millones de exhiliados y refugiados en el extremo oriental europeo, el plan de 'reubicación' de soliciantes de asilo que el gobierno que lidera Boris Johnson en el Reino Unido presentó en días pasados ha recibido una fuerte crítica y sanción por parte de la Iglesia de Inglaterra.
Los líderes de la Iglesia anglicana criticaron con dureza el acuerdo al que llegó el gobierno de Johnson con la ciudad de Kigali, en Ruanda, para que los solicantes de asilo (refugiados) que lleguen al Reino Unido sean trasladados a la nación africana.
El acuerdo recibió severas críticas de organizaciones de derechos humanos e incluso de la Organización de Naciones Unidas; el objetivo del acuerdo es reducir la migración hacia la isla inglesa y disuadir a los refugiados (incluso a los que son expulsados de sus países por las guerras) de optar por pedir asilo en Inglaterra.
El arzobispo de Canterbury, Justin Welby, afirmó que enviar a solicitantes de asilo al extranjero planteaba "graves problemas éticos. El principio debe soportar el juicio de Dios y no lo hace", dijo el líder de la Iglesia anglicana durante el sermón Pascual del pasado domingo.
Welby afirmó que un país como Reino Unido, integrado sobre la base de valores cristianos no puede "subcontratar sus responsabilidades, incluso hacia un país como Ruanda que tiene buenas intenciones... Esto es lo opuesto a la naturaleza de Dios", afirmó.
Por su parte, el arzobispo de York, Stephen Cottrell, consideró "deprimente y desolador que los solicitantes de asilo que huyen de la guerra, la hambruna y la opresión no sean tratados con la dignidad y la compasión que merece cada ser humano".
Según informes de las autoridades londinenses unas 28 mil 500 personas atravesaron el canal de La Mancha en pequeñas embarcaciones en 2021 –un año marcado por un naufragio que causó al menos 27 muertos– frente a 8 mil 466 el año precedente. En 2022 ya son más de 6 mil las personas que entran al territorio británico de esta manera.
Según el acuerdo anunciado entre Reino Unido y Ruanda, esta última recibirá en un primer momento 120 millones de libras (157 millones de dólares) para acoger a demandantes de asilo y migrantes y ofrecerles una vía legal para la residencia. (Información AFP)