Roma, Italia.- Como cada 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción, el romano pontífice ha acudido hasta la columnata de la Virgen María en la Plaza España para realizar un acto de veneración, en esta ocasión tuvo que ser de forma privada sin la tradicional asistencia de fieles y del personal diplomático de la Embajada de España ante la Santa Sede.
El papa Francisco salió del Vaticano a las siete de la mañana de un amanecer lluvioso en Roma; se trata de uno de los pocos momentos en que el pontífice abandona el Estado Vaticano para realizar un acto de piedad. El Director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, ha informado que, “a las 7:00 de esta mañana, en la Solemnidad de la Inmaculada Concepción de la Santísima Virgen María, el Santo Padre ha ido a la Plaza de España, en Roma, para un acto de veneración en forma privada a María Inmaculada”.
Al amanecer de este 8 de diciembre, bajo la lluvia, el Pontífice ha colocado un ramo de rosas blancas en la base de la columna donde se encuentra la estatua de la Virgen María y se ha dirigido a Ella en oración, para que vele con amor sobre Roma y sus habitantes, confiándole a Ella a todos los que en esta ciudad y en el mundo están afligidos por la enfermedad y el desánimo.
Asimismo, la Santa Sede dio a conocer que, poco antes de las 7:15 de la mañana, el papa Francisco dejó la Plaza de España y se dirigió a Santa María La Mayor donde ha rezado ante el icono de María Salus Popoli Romani y ha celebrado la Misa en la Capilla de la Natividad. Luego regresó al Vaticano.