Ciudad del Vaticano.- Ante los arzobispos metropolitanos nombrados en el último año, el papa Francisco recordó que en la Iglesia católica "hay un lugar para todos" pese a las "muchas resistencias interiores" que suelen expresarse desde diversos sectores eclesiásticos.
En la Fiesta de San Pedro y San Pablo, el pontífice saludó e hizo entrega de 44 palios arzobispales de los líderes católicos que han sido nombrados en el último año. En la ceremonia participaron y recibieron los palios bendecidos: el arzobispo de Xalapa, Jorge Carlos Patrón Wong; y el arzobispo de Toluca, Raúl Gómez González.
En su homilía, el Papa lamentó las "resistencias" y la "pereza" que impiden a los católicos "ponerse en marcha" en el acompañamiento y servicio al prójimo. Y urgió a que todos los miembros de la fe católica se comprometan a vivir el Evangelio en la actualidad y en medio de sus muchos desafíos:
"Una iglesia libre y humilde que se alza deprisa, no se queda atrás ante los retos de la actualidad ni permanece en los recintos sagrados... se mueve por el deseo de llegar y acoger a todos", urgió.
En su alocución, el Papa lamentó que en ocasiones se piensa que una "Iglesia de puertas abiertas" es para "despedir y condenar a la gente", pero insistió: "No olvidemos esta palabra, todos, acudan a las calles y llévenla a todos: A ciegos, sordos, cojos, enfermos, justos, pecadores, a todos, todos. Esta palabra del Señor debe resonar en la mente y en el corazón, todos. En la Iglesia hay lugar para todos".
Francisco alertó sobre el riesgo de cierta 'perversión' que afecta a la Iglesia desde dentro y nuevamente criticó la actitud de clericalismo que es la vivencia del clero como si fuera una élite: "El ministro que adopta una actitud clerical ha tomado un camino equivocado", advirtió.
"A veces, como Iglesia, nos abruma la pereza y preferimos quedarnos sentados a contemplar las pocas cosas seguras que poseemos, en lugar de levantarnos para dirigir nuestra mirada hacia nuevos horizontes, hacia el mar abierto", criticó.
En su mensaje, el pontífice incluso fue más radical. Aseguró que la Iglesia suele 'asustarse' por los cambios y, en lugar de intentar entender y atender, se refugia en tradiciones ("Se ata a la cadena de sus tradiciones"); y advirtió que ello sólo la desliza "hacia la mediocridad espiritual".
En la ceremonia destacó además la presencia de la lideresa de la mayoría Demócrata en la Cámara Baja de los Estados Unidos, Nancy Pelosi. Pelosi, identificada como católica, es una de las principales voces proaborto en la unión americana y se encuentra en Roma para participar en encuentros con la organización humanitaria católica Sant'Egidio y con políticos italianos, en especial con el presidente de la Cámara de Diputados italiana, Roberto Fico.