Ciudad del Vaticano.- "¡Qué difícil es admitir un error!" exclamó el papa Francisco en la audiencia general de ete miércoles 5 de enero. En su breve catequesis, el pontífice reflexionó sobre la dificultad de pedir perdón o solicitar ayuda a los demás.
En el horizonte inmediato, la prensa y los fieles católicos no podían dejar de pensar en el episodio ocurrido en las vísperas de la misa de fin de año y el manotazo viral que el pontífice dio a la mujer asiática que le reclamaba atención.
El 31 de diciembre, mientras el pontífice saludaba a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro, esta mujer llena de efusividad tomó a Begoglio de la mano y lo jaló hacia ella. Fue entonces que el Papa, molesto, se soltó y la reprendió.
El gesto que ha dado la vuelta al mundo: el manotazo del Papa Francisco a una mujer. (Crónica noche del 1 de enero del 2020). https://t.co/kOZQOxAnn3 vía @YouTube
— Antonio Pelayo (@AntonioPelayo5) January 13, 2020
De inmediato, el papa Francisco reconoció su error y pidió disculpas por su actitud:
"Tantas veces perdemos la paciencia, incluso yo. Pido disculpas por el equivocado gesto de ayer", dijo el Papa antes de rezar el Ángelus el primero de enero.
El perdón ha formado parte central de la catequesis pontificia, lo es para la fe cristiana. El papa Francisco ha dedicado largas reflexiones sobre la necesidad de perdonar y pedir perdón. Pero este 5 de febrero el Papa animó a los fieles a no cansarse de perdir perdón, de no dejarse llevar por el orgullo y cultivar la pobreza de espíritu.
"El Señor no se cansa de perdonar; somos nosotros, por desgracia, quienes nos cansamos de pedir perdón. El cansancio de pedir perdón es una enfermedad fea. ¿Por qué es tan dificil pedir perdón? Porque la humildad humilla nuestra imagen hipócrita", reflexionó.
Finalmente el pontífice aseguró que la verdadera libertad radica en el poder de la humildad, del servicio, de la fraternidad: "Quien tiene ese poder es libre".
En este marco, la agencia ANSA reveló las fotografías del papa Francisco con la mujer del desafortunado episodio. Según afirma ANSA, el encuentro sucedió el 8 de enero (una semana después del acontecimiento).
En esto terminó el manotazo tan cimentado del Papa Francisco también hagámoslo viral porque esto no lo van a sacar los medio de comunicación. pic.twitter.com/Tx3Ky2MW67
— Padre Gregorio López (@pgregoriolopez) February 5, 2020
El reencuentro no fue comentado por la oficina de prensa de la Santa Sede pero se interpreta el deseo del Papa por buscar a la mujer, recibirla personalmente y, por medio de un traductor, pedirle disculpas por su mala actitud del 31 de diciembre.
En la fotografía se aprecia a la mujer en la Sala Paulo VI saludando al pontífice y compartiendo algunas palabras mediante un sacerdote traductor del Vaticano. En esa imagen se condensa lo expuesto por el propio Francisco en la catequesis del 25 de abril de 2019:
Ciudad del Vaticano.- "¡Qué difícil es admitir un error!" exclamó el papa Francisco en la audiencia general de ete miércoles 5 de enero. En su breve catequesis, el pontífice reflexionó sobre la dificultad de pedir perdón o solicitar ayuda a los demás.
En el horizonte inmediato, la prensa y los fieles católicos no podían dejar de pensar en el episodio ocurrido en las vísperas de la misa de fin de año y el manotazo viral que el pontífice dio a la mujer asiática que le reclamaba atención.
El 31 de diciembre, mientras el pontífice saludaba a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro, esta mujer llena de efusividad tomó a Begoglio de la mano y lo jaló hacia ella. Fue entonces que el Papa, molesto, se soltó y la reprendió.
De inmediato, el papa Francisco reconoció su error y pidió disculpas por su actitud:
"Tantas veces perdemos la paciencia, incluso yo. Pido disculpas por el equivocado gesto de ayer", dijo el Papa antes de rezar el Ángelus el primero de enero.
El perdón ha formado parte central de la catequesis pontificia, lo es para la fe cristiana. El papa Francisco ha dedicado largas reflexiones sobre la necesidad de perdonar y pedir perdón. Pero este 5 de febrero el Papa animó a los fieles a no cansarse de perdir perdón, de no dejarse llevar por el orgullo y cultivar la pobreza de espíritu.
"El Señor no se cansa de perdonar; somos nosotros, por desgracia, quienes nos cansamos de pedir perdón. El cansancio de pedir perdón es una enfermedad fea. ¿Por qué es tan dificil pedir perdón? Porque la humildad humilla nuestra imagen hipócrita", reflexionó.
Finalmente el pontífice aseguró que la verdadera libertad radica en el poder de la humildad, del servicio, de la fraternidad: "Quien tiene ese poder es libre".
En este marco, la agencia ANSA reveló las fotografías del papa Francisco con la mujer del desafortunado episodio. Según afirma ANSA, el encuentro sucedió el 8 de enero (una semana después del acontecimiento).
El reencuentro no fue comentado por la oficina de prensa de la Santa Sede pero se interpreta el deseo del Papa por buscar a la mujer, recibirla personalmente y, por medio de un traductor, pedirle disculpas por su mala actitud del 31 de diciembre.
En la fotografía se aprecia a la mujer en la Sala Paulo VI saludando al pontífice y compartiendo algunas palabras mediante un sacerdote traductor del Vaticano. En esa imagen se condensa lo expuesto por el propio Francisco en la catequesis del 25 de abril del 2019:
"Jesús inserta el poder del perdón en las relaciones humanas. En la vida no todo se resuelve con la justicia. No. Especialmente donde debemos poner una barrera al mal, alquien debe amar más de lo necesario, para comenzar una historia de gracia nuevamente".
El corolario de este espisodio que inició con enfado, tristeza y vergüenza concluye con humildad, humillación, virtud y perdón. "Dios le da a cada cristiano de escribir una historia de bien en la vida de sus hermanos, especialmente de aquellos que han hecho algo desagradable e incorrecto. Con una palabra, un abrazo, una sonrisa, podemos transmitir a los demás lo más precioso que hemos recibido. ¿Qué es lo más precioso que hemos recibido? El perdón, que debemos ser capaces de dar a los demás".