Buenos Aires, Argentina.- Tras tres meses de la liberalización del aborto, la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió un mensaje en alusión al “Día del Niño por Nacer” en el que ratificó su postura de que “el Estado, la familia y los individuos” tienen que “respetar la vida desde su concepción”.
“Afirmamos con la misma certeza que nos da la ciencia biológica que un niño por nacer es una vida, única e irrepetible, y posee el derecho inalienable a vivirla”, señala el comunicado emitido por la Comisión Episcopal para la Vida, los Laicos y la Familia (Cevilaf).
El denominado “Día del Niño por Nacer” se celebra internacionalmente en cada 25 de marzo, y es un símbolo para los católicos en su rechazo a las iniciativas que legislan contra la vida de los no nacidos. En materia religiosa, la fecha coincide con la Solemnidad de la Anunciación, que en el culto católico recuerda el anuncio del Ángel Gabriel a la Virgen María sobre la concepción de Jesús.
En Argentina, la fecha fue instituida y oficializada en diciembre de 1998 por el presidente Carlos Menem, con la venia del papa Juan Pablo II. Por entonces, el mandatario alentó los jefes de Estado de América Latina a adherirse a la jornada.
A través de la Comisión Episcopal, la Iglesia Católica insistió en que, desde que se inicia la fecundación, esa etapa “es uno de los momentos más vulnerables” de la vida humana y que ”sin el cuidado de sus progenitores y de una familia, esa vida no podría subsistir”.
“Afirmamos y recordamos, además, lo expresado en nuestra Constitución sobre los derechos que tiene esa misma criatura ya desde el seno materno”, expuso el texto.
“Por eso, nos toca a todos, individuos, familia y Estado cuidar y respetar la vida desde su concepción”, agregó el episcopado argentino y concluyó: “Apoyados en estos principios de la ciencia y como cristianos, queremos seguir siendo anunciadores convencidos y gozosos del valor de la vida en todas sus etapas”.
Además de Argentina, la conmemoración fue acogida legalmente por Guatemala y Costa Rica, mientras que Nicaragua la asumió al año siguiente. En el 2000 se sumó Bolivia; en República Dominicana desde inicios de 2001; en Perú se instauró por ley en 2002; y en 2003 se sumó Paraguay.
“Es de un dolor profundo que en nuestra Nación se haya legalizado el derramamiento de sangre inocente”, dice por su parte Aciera (Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas”, la federación más numerosas de esa corriente.
“Aun siendo respetuosos de la Ley, esta Alianza anhela un país en donde se respalde el pensamiento de la mayoría que tiene como convicción el cuidado de la vida, desde su concepción hasta la muerte natural”, dicen.
“Esta Alianza no se dará por vencida”, advierte el comunicado. Anuncian que, a través de sus redes de acompañamiento, seguirán dando atención integral, apoyo y ayuda a las mujeres que deseen continuar con su embarazo, en condiciones de vulnerabilidad.
“Asimismo, ACIERA promueve la adopción para preservar la vida de tantos niños no nacidos para que al momento de su alumbramiento sean contenidos por una familia”, dicen. Y piden que el Estado optimice el Régimen de Adopción.
A la vez, en ocasión del Día del Niño por Nacer, exhortan a que los poderes judiciales de cada provincia declaren inconstitucional la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).
Y convocan a la ciudadanía a las movilizaciones y otras actividades que se realizarán en todo el país este fin de semana “en favor de las dos vidas”.