Caracas, Venezuela.- El obispo vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mario Moronta, ha denunciado frontalmente al gobierno de Nicolás Maduro de politizar la vacunación contra COVID-19 al implementar la inoculación sólamente a aquellos ciudadanos que pueden acreditar su afiliación al partido del mandatario, el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).
El obispo de San Cristóbal advirtió que el régimen de Maduro ha convertido a la pandemia y la vacunción masiva en un problema político al condicionar las vacunas a su adhesión al proyecto político del presidente.
"Estamos viviendo un aumento de casos de COVID-19. Muchos de los enfermos están siendo atendidos de manera ambulatoria en sus casas sobre todo en los estados de Zulia y Yaracuy, así como en algunas partes de la Región Capital. El número de contagiados es tan grande que hay una crisis de camas en los hospitales, es decir no se consiguen fácilmente puestos para ser atendido en los hospitales públicos. Tampoco es asequible acudir a las clínicas privadas ya que a causa de la devaluación de la moneda nacional, los precios resultan muy onerosos o excesivamente caros", relató Moronta al sitio de noticias del Vaticano.
Para el obispo, la situación de atención sanitaria en Venezuela ya era crítica aun antes de la pandemia y dijo que la COVID-19 trajo "la expresión de una crisis que viene desde hace ya muchos años con el deterioro del sistema de salud". Por ello, "la gente está descreída de las cifras que informa el régimen" en materia de vacunación, lamentó Moronta.
El pasado 23 de mayo, Nicolás Maduro anunció que la nación sudamericana había recibido 1 millón 300 mil vacunas procedentes de China y que se iniciaría un plan de vacunación: "El problema que tenemos es que no creemos a nadie porque son engaños tras engaños. Y en este momento el plan de vacunación está muy por debajo de los niveles necesarios", acusó el obispo.
Moronta también denunció que las autoridades sanitarias de Venezuela anunciaron que se comenzaría a vacunar a médicos y al personal de salud; sin embargo, eso no se ha cumplido: "Se está vacunando solamente a los que tienen una afiliación política en el grupo del oficialismo y también a personas que quizás no lo requieren con tanta urgencia como otros grupos más vulnerables, como los médicos, los enfermeros, los bomberos, los operadores de salud y las personas mayores", denunció el obispo.
El propio régimen chavista ha reconocido que la selección de ciudadanos a vacunar sí depende de su afiliación partidista. Una funcionaria del gobierno de Nicolás Maduro, a las afueras del hotel Alba Caracas (uno de los Centros de Vacunación) admitió: "Estamos atendiendo con prioridad al personal que le llegó el mensaje por medio del carnet de la patria. No vamos a decir que no vamos a atender al que le llegó el mensaje, también le vamos a atender. Por eso vamos a hacer esta lista de estas personas… Ustedes se van a organizar, vamos a anotar que están en la lista del partido".
Moronta recordó que los obispos de la Conferencia Episcopal Venezolana han reclamado "una vacunación masiva" sin afiliaciones políticas ni de carácter partidista. La Iglesia católica en Venezuela, otras instancias religiosas o de carácter social han ofrecido sus oficios para colaborar en las campañas de vacunación; sin embargo, hasta ahora, la campaña parece limitarse a la publicidad: "En definitiva, 1 millón 300 mil vacunas, vengan de donde vengan, no llegan a cubrir ni siquiera una quinta parte de lo que se requiere en el país", criticó Moronta.
"Nosotros en la Conferencia Episcopal estamos en contacto con el mejor grupo de médicos que hay en Venezuela y que conocen esta situación. Ellos dicen que si quisiéramos lograr que un alto porcentaje de la población (un 80 % aproximado) pudiera vacunarse de aquí a final del año, se necesitarían en este momento 14 millones de vacunas, que implicarían las dos dosis que hay que colocarse por persona”, concluyó el obispo.
El pasado fin de semana inició el plan de vacunación contra el coronavirus del gobierno de Nicolás Maduro. La población prioritaria para recibir la vacunación, no han sido las personas en riesgo ni los adultos mayores, como en el resto de naciones; la prioridad la tiene todo aquel que cuente con el llamado 'Carnet de la Patria', un documento de filiación política al régimen chavista.