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I Iglesia América

Clamor de obispo colombiano ante violencia contra indígenas y afrodescendientes

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Chocó, Colombia.- El obispo Jesús Álvarez Gómez ha alzado la voz para denunciar los actos intimidatorios y de violencia en el Departamento de Chocó, especialmente en Istmina, Medio San Juan, Litoral de San Juan y Bajo Baudó por el anuncio de posibles genocidios por parte de grupos insurgentes y bandas criminales por el control del territorio donde habitan un alto porcentaje de colombianos indígenas y afrodescendientes.

El urgente llamado a la paz y reconciliación que hace el obispo de Itsmina-Tadó pide que cese peligro que corren decenas de comunidades de la región: "Se están moviendo aguas subterráneas en este San Juan, anunciando verdaderos genocidios que podemos evitar. Por favor, es inaplazable la atención inmediata, por las vías del diálogo y la concertación".

Álvarez Gómez ha difundido este clamor desde la Iglesia urgiendo a las autoridades por garantizar el bienestar de la población en las localidades de la costa del Pacífico colombiano que se encuentran afectadas por grupos insurgentes y bandas criminales que amenazan a las comunidades afrodescendientes e indígenas wounaán por el control del territorio.

"Nuevamente, en nombre de la diócesis de Istmina-Tadó, dirijo un nuevo llamado en bien de la paz y la reconciliación, camino hacia un humanismo integral, para estas comunidades de hermanos afrodescendientes, wounaán y mestizas", pide Álvarez Gómez.

El obispo exige la presencia del Estado y de organismos nacionales e internacionales tanto para garantizar la seguridad como para vigilar que las labores del gobierno no atenten contra derechos humanos integrales. Sin embargo, su clamor no para allí, el obispo también pide a la Iglesia, a través de la Santa Sede, de los episcopados europeo, estadounidense, de las Cáritas, e instituciones eclesiales que volteen a ver a la región del Chocó para que constaten y tiendan la mano ante la situación compleja que viven estas poblaciones.

El comunicado del obispo hace referencia a la visita pastoral y humanitaria realizada el 24 y 25 de septiembre, por parte de una comisión de Pastoral Social de la Diócesis de Istmina, junto a las Alcaldías Municipales de Istmina y Medino San Juan, la Defensoría del Pueblo, ACNUR, WOUNDEKO (Consejo de Autoridades del Pueblo Wounaán de Colombia), en la cual se constataron los acosos que sufren las comunidades indígenas Wounaán de La Unión Chocó, San Cristóbal, Puerto Olave, La Lerma y Unión Wounaán, de manos de las AGC (Autodefensas Gaitanistas de Colombia) o Clan del Golfo y del ELN (Ejército de liberación nacional), por el dominio de territorios.

Según las cifras presentadas, un total de mil 200 personas habrían sido desplazadas de sus territorios y hogares. En el municipio de Puerto Olave, por ejemplo, se han albergado a 250 familias y se abrió un corredor humanitario, para acompañar el traslado a lugares más seguros, de unas 584 personas de la comunidad Wounaán, reunidas en 118 familias.

"La Iglesia de Istmina-Tadó -dice Álvarez- no ceja en el empeño de ser voz y acción de todos los que, sin ninguna distinción, claman por la justicia y la verdad. Todo homicidio es un fratricidio y la sangre humana, derramada como consecuencia de la espalda que le damos a Dios".

Álvarez Gómez finalmente anunció que la semana del 11 al 15 de octubre, la diócesis de Istmina, en unión con la Coordinación Regional del Pacífico Colombiano (CRPC), los Consejos Comunitarios Mayores y Menores, los Cabildos Indígenas de Istmina y Medio San Juan visitarán estas comunidades. Asimismo darán a conocer el llamado 'Pacto por la vida y la paz' que tendrá lugar el 2 de octubre, en Ciudad Mutis, municipio de Bahía Solano.