Santiago, Chile.- Nuevamente, recintos religiosos han sido objeto de ataques directos en la nación chilena; en esta ocasión, fueron quemados una iglesia católica y un templo evangélico en la comunidad de Tirúa.
Hace justo un año, las iglesias de San Francisco de Borja y de Nuestra Señora de la Asunción en la capital de Santiago fueron incendiadas por agresores enmascarados que originalmente protestaban contra el gobierno del presidente Sebastián Piñera. Otros templos en otras ciudades como Concepción, Valparaíso y Viña del Mar también sufrieron vandalismo.
Las nuevas agresiones al patrimonio religioso y cultural de Chile ha indignado a las autoridades religiosas y civiles:
"Lamentamos profundamente estos actos de violencia que, además de ser improductivos, no contribuyen en nada a solucionar los graves problemas políticos, sociales y económicos que aquejan al país y a la zona de Arauco", escribó el arzobispo de Concepción, Fernando Chomali el pasado 12 de octubre.
Los dos ataques incendiarios y la destrucción de la iglesia católica y el templo evangélico en la región del Bío Bío fueron ya denunciados ante Ministerio Público, el cual inició una investigación sobre los hechos, ocurridos entre las 2 y las 3 de la madrugada del pasado martes, en una zona habitada mayoritariamente por indígenas mapuches, a menudo escenario de conflictos sociales y de ataques cada vez más frecuentes a lugares de culto.
"Insistimos en que sólo a través del diálogo se pueden encontrar soluciones justas y adecuadas a las dolorosas situaciones humanas de todo tipo que aún se dan en esta zona del país. Condenamos estos actos y lamentamos el daño causado a los que profesan la fe, porque también perjudican un aspecto fundamental del ser humano, la libertad religiosa", explica Chomali.
El pronunciamiento del arzobispo subraya la urgencia de la población chilena y sus autoridades den pasos concretos de atención a los habitantes de Arauco "que, por muchos años, han sido dejados de lado y no han visto una real preocupación de toda la sociedad chilena por su situación de pobreza, marginación y abandono".