Managua, Nicaragua.- Tras más de dos semanas de haber sitiado la casa episcopal de la diócesis de Matagalpa e impedido de ejercer sus libertades ciudadanas al obispo Rolando Álvarez junto a un puñado de sus colaboradores, finalmente la policía nacional de Nicaragua ha aprovechado la negrura de la madrugada para secuestrar al líder religioso junto a otras ocho personas.
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La iglesia católica local denunció que la policía irrumpió en la curia diocesana hacia las 3 de la madrugada. De inmediato, algunos fieles cercanos a la Catedral de Matagalpa utilizaron las campanas del templo y de otras parroquias, como la de Santa Lucía, para alertar a la población del allanamiento de las fuerzas del orden en la casa del obispo y la sustracción del pastor.
Los relatos publicados en la prensa local afirman que policías antimotines rompieron los portores de la curia para llevarse preso al obispo y a sus acompañantes; de inmediato, a través de redes sociodigitales, organizaciones de fieles católicos alertaron de este acto y comenzaron redes de oración por el bien de la personas secuestradas.
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Los actos de intimidación, agresión, suspensión de derechos ciudadanos y garantías cívicas perpetrados por el régimen del presidente Daniel Ortega se han agudizado en las últimas semanas contra la Iglesia católica en Nicaragua; en particular, la policía parece ensañarse contra líderes religiosos que han cuestionado las acciones de represión social y política del régimen. Estas situaciones de persecución política han sido denunciadas no sólo por instituciones religiosas sino por colectivos y centros de defensoría de derechos humanos y políticos.
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El arresto de Álvarez se produjo luego de que el Ministerio Público de Nicaragua pidió un plazo de hasta 90 días de prisión para ampliar una investigación contra el sacerdote Óscar Danilo Benavidez Dávila, detenido desde el domingo pasado por un caso aún no precisado, informó este jueves el Poder Judicial.
El estado de Nicaragua se considera “víctima/ofendido” por el sacerdote, de 49 años, que se encuentra detenido en calidad de “investigado”, aunque el expediente judicial, no especifica el presunto delito que se le investiga al religioso.
El fiscal del caso, Manuel de Jesús Rugama Peña, presentó la solicitud de ampliar el plazo para la investigación complementaria y detención judicial durante una audiencia especial de tutela de garantías constitucionales, la cual se encuentra en trámite.
La titular del juzgado Décimo Distrito de lo Penal de Audiencia Circunscripción Managua, Gloria María Saavedra Corrales, que está a cargo del caso, aún no se pronuncia.
El presbítero Benavidez, párroco de la parroquia Espíritu Santo, en el municipio de Mulukuku, en la Región Autónoma del Caribe Norte de Nicaragua, fue detenido la tarde del domingo pasado, informó la Diócesis de Siuna, a la que pertenece, y que dijo desconocer las causas o motivos del arresto del sacerdote.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) informó al día siguiente que el sacerdote “fue sacado de su vehículo y llevado en una patrulla (policial) con rumbo desconocido” y luego apareció en la cárcel conocida como “El Chipote”, en Managua, sede de la Dirección de Auxilio Judicial de la Policía Nacional.
La denuncia del clérigo se dio en medio de tensiones entre el régimen de Daniel Ortega y la Iglesia Católica de Nicaragua.